Secuestrador Lewan X Gavi

10

PABLO.

El tener otro papá.

Esas cuatro pequeñas palabras rompieron mi corazón. Yo quería que Pedrí tuviera todo él era mi vida y nunca querría que fuera infeliz. Al ser criado por Nicolás, sabía lo que era extrañas a un padre. De cualquier manera, yo tenía algo que Pedrí no. Yo tenía la opción podría haberme ido a vivir con Dan y Godji si lo hubiera querido, pero ellos tenían a Jude y Nicolás me necesitaba. Pedrí nunca tendría la opción. Ni siquiera conoce el nombre de su padre. Eso era algo que jamás podría arreglar, y eso me hacía sentir bastante inútil.

"¡Santa mierda!" Salté ante el sonido de la voz de Jude.

Me di media vuelta para verlo mirando por la ventana con un par de binoculares. "¡Jude! ¿Qué demonios estás haciendo?"

Él no apartó la vista. "Tus vecinos están haciéndolo como conejos con las persianas abiertas. Eses chico coreano está dándoselo de verdad." Jadeo. "¡Está azotándolo!" Resopló y se volvió hacia mí. "¿No podrías haberme enviado con esos vecinos?"

Cogí los binoculares, alejándolos de él. "Tú, libidinoso pervertido."

"Vamos Pablo" gimió. "Tengo un trabajo. Estoy a punto de comenzar la escuela de nuevo. No bebo o me drogo más. Estoy convirtiéndome en un respetable joven, y eso me está poniendo enfermo."

"Aw Jude" puse mi mano en su hombro en un gesto consolador. "No eres un respetable joven." De verdad traté de no sonreír.

Él empujó mi brazo juguetonamente. "Gracias, mariquita. Tú siempre sabes que decir para hacerme sentir mejor." Luego me sorprendió envolviéndome con sus brazos. "Lo que sea en lo que me hayas estado pensando antes, déjalo ir." Dije sinceramente. Lo abrace de vuelta. ¿Quién hubiera sabido que el pequeño pervertido podría ser tan dulce? "Ahora" retrocedió. "Tengo que irme temprano. Voy a enviarle a Gerard algunas flores para jugar con su mente."

Ese era el Jude que conocía. "Ten un buen día." Llamé después de él. Mientas él salía, Robert llegaba. Sonreí cuando Klara corrió hacia mí.

"Buenos días, Pablo, ¿está despierto Pedrí ya?" preguntó.

Sacudí la cabeza. "Sigue dormido. ¿Por qué no vas a abalanzarte sobre él y ver si puedes despertarlo?" Ella sonrió sinuosamente y corrió dentro de la casa y arriba por las escaleras.

Robert caminó hacia mí con Laura en sus brazos. "Buen día" sonrió, causando que Laura mirara hacia arriba. Ella extendió los brazos, así que la tomé, dejando que se acurrucara contra mí antes de volver a dormir. "Ella no quería levantarse esa mañana." Explico Robert.

"Eso hace dos de nosotros." Admití.

"Mira. Sabía que te gustaría dormir con un idiota." Se burló.

"Mala palabra" murmuró Laura contra mi cuello.

Suspirando, Robert metió la mano en su bolsillo y sacó un dólar. "Te culpo por esto" me dijo antes de deslizar en el bolsillo de los pantalones morados de Laura.

Reí. Realmente era lo mejor, debíamos parar el lenguaje soez, no seria de ayuda para nuestros dulces niños que se le escapara uno porque, accidentalmente, colorearon fuera de las líneas en la escuela. "¿Estarás en la práctica hoy?"

"Sólo será Enzo hoy, Leandro y yo tenemos un proyecto que revisar y luego tengo que ir a casa y limpiarla. Tendré visitas." Él parecía particularmente satisfecho de la ultima parte.

"Espero que sepas en lo que te estás metiendo." Prácticamente todo lo que Pedrí y yo hacíamos estaba un poco fuera de lo usual. Ser amigo de gente loca es una cosa. Invitarlos a quedarse en tu casa era completamente diferente.