Toxic//Jegulus

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-Lo siento, Regulus. Lamento todo lo que te hice- se disculpó James caminando de la mano en su novio.

-Está bien, James. Supongo que Alice ya te perdonó. Además no se porque dices que murió, si sigue a nuestro lado.

Negación, todo el avance que había hecho la medicina en su cabeza, lo había arruinado James. Potter suspiró.

-Tienes razón, cariño. Te amo- lo abrazó James- llegaron a una manta en el piso, que contenia un picnic.

-¿Qué es todo esto?- preguntó Regulus.

-Una cita.

-Pero ya somos novios, nunca te dejaré James.

-Está bueno reconquistarte siempre. Podré ser dueño de la fábrica, pero nunca debo dejar de trabajar.

La risa de Alice se escuchó en la cabeza de Regulus.

-Eres un dulce- respondió enamorado Black, sonriendo- te amo.

-Te traje sushi, sé que te gusta y bueno...

-¿Lo hiciste tu?

-Es pescado crudo, yo no sé manejar bien eso. Mejor dejo a los expertos de tu restaurante favorito.

Regulus sonrío, James no le haría daño. No con intención. Él lo amaba y lo demostraba en cada pequeño detalle.

Miró a su costado, al parecer no estaban solos.

El pequeño de la otra vez se encontraba junto a ellos.

-¿Papi? ¿hay tarta de melaza para mí?

-James, ¿hay alguien con nosotros?- preguntó Regulus.

-No, cariño, ¿por qué?

-Creo que ya conozco a nuestro hijo.

-¿Y cómo es?

-Igual a tí, pero tiene mis ojos.

-Los ojos más lindos que vi en mi vida.

Regulus se sonrojó.

-Te traje un regalo.

-¿Un regalo? Me encanta los regalos.

-Lo sé, amor.

Regulus abrió el regalo, encontrándose con un anillo de compromiso.

-Quiero proponerte matrimonio, Regulus.