continuación de la historia: DE SANTA A DIABLA.
MAYA QUIEN FUE LA ESPOSA PERFECTA, CASADA CON EL GUAPO Y MILLONARIO KIM TAEHYUNG, AL SER VÍCTIMA DE UNA VENGANZA, TODA SU VIDA Y SU MATRIMONIO SE DESTRUYEN... LA MUERTE DE SU PADRE, LA MUERTE DE SU BE...
Después de volver a correrse por tercera vez Maya y Hoseok se quedaron inmóviles, tratando de recuperar el aliento, otra ronda de sexo con cadenas y nalgadas había terminado, dejándolos totalmente exhaustos, Maya trato de levantarse pero lo único que pudo hacer fue girar quedando boca abajo sobre la cama, la suavidad de las sábanas de seda la hacían sentir en una nube, sus ojos estaban cerrandose por el cansancio.
Hoseok por su parte también se giró, para poder apreciar el escultural cuerpo de Maya, sonrió orgulloso al ver la marca de sus grandes manos en las nalgas de su ahora SUMISA, si no fuera por qué estaban rendidos, este volvería a entrar en Maya.
- Preciosa... Ahora sí vamos a bañarnos, debemos descansar... Yo te ayudo - abrazo a Maya mientras le habla al oído.
Maya mueve la cabeza en una perezosa negativa, tenía sueño, y estaba segura que no podría dar ni un solo paso.
- Vamos corazón... Debemos estar limpios para dormir mejor. - Hoseok acariciaba la espalda de Maya, está rendida por los toques de su AMO, así que cedió a tomarse un bañó.
Hoseok tomo en brazos a Maya, está se sujeto con las pocas fuerzas que tenía de su cuello, y la llevó cargada hasta el baño, este era elegante, tenía una tina, depósito con delicadeza el cuerpo de la chica y comenzó a llenarla de agua tibia, Maya gimió al sentir el agua tocar su piel relajandola totalmente.
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Mientras la tina se llenaba Hoseok se alejo para llegar al espejo, se miro fijamente y sonrio pervertido al notar los chupones que Maya le hizo en el cuello, claviculas y parte de su torso.
Una regla de Hoseok era nunca quitarse el pantalón a la hora del sexo, la única vulnerable tenía que ser su pareja... Su presa.
Así que solo estaba desnudo del torso e iba descalzo, estaba a punto de quitarse el pantalón cuando Maya hablo.
- Hoseok... Es normal sentir mis piernas temblar... Desde mi orgasmo no dejo de hacerlo. - Maya con los ojos cerrados le pregunto, estaba prácticamente dormida.
- Lo siento mucho mi Reyna, cómo es tu primera vez con alguien como yo, tal vez ... Fue mucho para ti, es normal, no te preocupes - y no era para menos, pues fueron dos seciones de sexo con un sadomasoquista, la piel de sus nalgas estaba irritada, sus muñecas amoratadas y muchas partes de su cuerpo con chupones.
Hoseok llegó hasta la tina y se metió junto a Maya, está dándole la espalda a el, cerró el grifo del agua y la hizo que se recargara en su pecho duró.
Tomaba con sus manos el agua que podía y la derramaba en los hombros de Maya, acariciaba sus brazos, su clavícula, todo de la manera más delicada posible.
Pasaba por las marcas hechas por el, orgulloso de estás, mientras Maya suspiraba por lo bien que se sentían las caricias de su amigo.
- ¿Cómo es posible que el mismo hombre que me dejó estás marcas en el cuerpo, sea el mismo que ahora me trata con tanta delicadeza? - dijo mientras metia sus manos bajo el agua, buscando a tientas las duras piernas de Hoseok.
