En la noche

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Cuando Vanesa llego, conversaron un momento las 3 juntas de cosas sin importancia, Samantha le pidió permiso a Joana y Vanesa de pasar el viernes con ellas a lo que ambas aceptaron con todo gusto.

Vanesa: el sábado saldré de nuevo con mi novio, pero te puedo acompañar a tu casa a medio día

Samantha: Si, esta bien (se encogió de hombros y miro con recriminación a Joana, quien entendió de inmediato el mensaje)

Joana: de nuevo hija, a que hora vendrá y a que hora piensan regresar?

Vanesa: Tranquila, ahora porque tantos peros? Pensé que Juan te caía bien

Joana: (nerviosa al inicio) si, es un buen muchacho, pero... te estas haciendo grande y ya nunca estamos juntas, que te parece que vamos al cine y luego sales en la noche con Juan?

Vanesa: que tan noche?

Joana: (con mueca de desagrado) a las 12

Vanesa: a la una y dejo que escojas la película (abraza a su mama y sonríe)

Samantha: (sonriente se une al abrazo) también puedo ir? (Joana y Vanesa se miran, se guiñan el ojo y responden que Si al mismo tiempo, las tres ríen abiertamente)

Se oye ruido afuera y tocan la puerta. Ingresa Paula, una mujer de 35 años, delgada y muy bien arreglada, con traje sastre y el cabello recogido.

Paula: Buenas noches vecinas, ya vengo a quitarles a mi latosa de encima.

Joana: no es ninguna molestia tenerla aquí (mira a Samantha con una sonrisa traviesa)

Samantha: Joana me quiere mucho (responde abrazándola y poniéndola un poco nerviosa)

Paula: bueno no hay que abusar, vámonos.

Todas se despiden y salen Paula y Samantha juntas pero sin tocarse, ingresan a su casa, limpia, tranquila y fría. Paula deja su bolsa en el perchero y se deja caer cansada en la sala, Samantha va a la cocina y le trae un plato con un poco de ensalada.

Paula: no vas a comer tu?

Samantha: Joana ya me dio, me voy a dormir (hace seña de irse, pero una fuerte mano la detiene)

Paula: Te estas portando bien? (dice con cierta furia mas que inquietud)

Samantha: nunca has tenido quejas o si?

Paula: Nunca han tenido pruebas mas bien (responde soltándola)

Samantha: El viernes me quedare con Vanesa a dormir y el sábado me llevaran al cine

Paula: ya te mandas sola o a quien le pediste permiso?

Samantha: nunca estas y mientras mas tiempo tengas para ti misma es mejor no?

Paula: (furiosa) Claro que necesito tiempo para mi, por tenerte tuve que dejar toda mi vida de lado, no me importa lo que hagas ya estas grande y puedes arreglártelas por ti misma (Samantha sube un par de escalones) un día tal vez solo desaparezca a ver que te parece.

Samantha sonrió con esa idea, sin su madre podría vivir con Vanesa, pero... aun había muchos problemas por la edad, tendría que soportar mas tiempo, siguió subiendo las escaleras hasta su habitación, una habitación completamente infantil, sacada de catalogo, la cama rosa de princesa, el espejo de cuerpo completo, el enorme closet llenos de ropa para todo evento y que nunca usaba, su fría y gris vida, pero había algo bueno en esa habitación, una ventana.

Desde la orilla de la ventana sin abrir la cortina miraba a Vanesa en su habitación desordenada, con su cuerpo largo y esbelto, la veía cambiarse cada noche, sabia que Samantha la miraba o eso pensaba ella porque siempre le sonreía y se cambiaba en el lugar exacto para que pudiera verla.

Esa noche confirmo lo que pensaba, Vanesa sabia que la miraba, se quedo en ropa interior, como le gustaba verla, bailo frente a la ventana y de pronto su brasier desapareció, se cubrió con el brazo y sonreía viendo directamente a la esquina donde Samantha la observaba, de pronto la alegría y las boberías cambiaron, Vanesa comenzó a acariciar sus enormes y firmes senos, los frotaba con sus manos y entonces trajo una silla y se sentó, saco unas pantaletas que mostro y coloco a un lado, estaba desnuda, comenzó a tocarse abajo, por mas que se moviera o cambiara de posición Samantha no alcanza a ver mas allá de la cintura pero sabia lo que hacia, con una mano no soltaba su seno derecho jugando con el pezón, mientras que la otra se movía allá abajo, luego de un momento y muchos gestos de placer soltó su seno y con ambas manos se frotaba la entrepierna, Samantha se tocaba sobre la ropa, finalmente Vanesa termino, se puso la pijama de dos piezas que usaba para dormir, pero antes de acostarse, corrió la cortina de su ventana y le hizo una seña de que guardara el secreto.

Con esa hermosa imagen Samantha se cambio para dormir y después se toco allá abajo pensando en Vanesa, aun no sabia bien lo que hacia pero sabia lo que quería tocar y sentir y un momento antes de llegar al clímax, recordó los besos de Joana, la sensación de cosquilleo y termino con un ligero gemido, era tal el silencio que tuvo miedo ser escuchada, se asomo por la puerta y su madre no se veía por ningún lado.

Feliz y sonriente Samantha descanso pensando en lo que podría pasar el viernes, ya sea con Vanesa o Joana, pero no iba a desperdiciar la ocasión.


FantasíasWhere stories live. Discover now