Apreté su cabeza contra mi pecho, tratando de infundirle mi calor, a él y al niño solitario, tan asustado como yo también lo había estado.
-Entonces confía en ti mismo. Confía en que ya no eres el niño solo y asustado que fuiste.
Aún te queda mucho por aprender y sufrir, y disfrutar, pero ahora sabes cosas sobre el mundo y sobre la gente que antes no sabías.
Ahora tienes armas con las que luchar, que antes no tenías. Ya no eres el niño indefenso que fuiste, Hyukjae. Eres un hombre más fuerte y más sabio. Confía en tus instintos... Y en la gente que te ama- le susurré.
Le sentí apretarse a mí con ganas.
-Eso te incluye a ti?- susurró en mi oído.
-Sólo si tú quieres.
Eso le hizo alzar la cabeza y le vi sonreír, mirando mis ojos muy cercano.
-Siempre tan práctico...
-Solo soy sincero. Tú apenas me conoces. Hay muchas cosas de mí que aún no sabes- y me di cuenta que era verdad.
Su gesto se volvió serio de pronto, mirándome con profundidad, tanta que me sentí en la obligación de explicar- Nuestra relación lleva poco tiempo y no hemos hablado mucho...
Para ser francos, mi líbido se mete siempre en el camino de las palabras- me sorprendió oír su repentina carcajada, viéndole mover la cabeza con una sonrisa pícara, tan de las suyas (y tan discorde al momento) que me aturdió los sentidos.
-Siempre igual... Mi pragmático ratón- se acercó para darme un beso suave y mojado, que disfruté inmensamente. Cuando abrí los ojos saboreándolo, vi que me miraba otra vez serio-
Lamento no saber más sobre ti. Lamento si no te he dado espacio para hablarme de ti...
-No es tu culpa. La verdad es que he perdido un poco la costumbre- admití, ruborizándome sin querer. Sonrió, acomodándose contra el respaldo de la cama, estirando sus brazos en silenciosa invitación.
Me acomodé sobre él, estrechándole con ganas. Se sentía bien su calor y el latido de su corazón cercano.
-Hablemos ahora. Aún no es tarde. Háblame de ti- oí su voz calma y alcé el rostro para mirarle.
-Qué quieres saber?
-Todo. Quiero saber todo sobre mi ratón- respondió acariciando la punta de mi nariz.
Muchos pensamientos pasaron por mi mente- Cuéntame cosas sobre ti, Donghae. Por favor susurró en mi oído, una súplica que sentí no merecía
-No me lo pidas así, como si fuese un favor vital... Como si me estuvieses pidiendo un riñón, o algo parecido- eso le hizo reír de nuevo.
-No quiero tu riñón de ratón... Quiero tu corazón. Quiero conocerte- y vi la sinceridad en sus ojos.
-De acuerdo. Pregúntame cosas y yo responderé lo mejor que pueda- le miré y le vi sonreír otra vez.
-Tu cumpleaños?
-El 15 de octubre.
-Color favorito?
-Verde... No, morado... No, verde.
-Comida favorita?
-La china... Pensé que ibas a hacerme preguntas importantes- comenté, alzando una ceja molesto, ya que esperaba algo más profundo y no tan de revista adolescente. Sonrió con ganas.
-Son importantes. Ya sé a donde llevarte a comer el día de tu cumpleaños, y el color de los calcetines que pienso regalarte.
-Me vas a dar calcetines?
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Háblame De Ti
عشوائيEl amor lo cambia todo, lo transforma todo... ¿Pero, puede borrar también el temor más profundo?