Querida Perséfone.
Vengo hoy mendigando a la luna que me permita que este mensaje llegué a ti, me preocupa que una estrella se atravesé en el camino y no puedas escucharme. En todo caso, sé que al final del día recibirás la carta que mi corazón lleva planeando desde hace un tiempo, sé que dirías "ahora somos tú y yo" con ese optimismo que siempre tienes, pues tu presencia me da la fuerza para confiar en lo que el universo tiene para entregarme todos los días, en confiar en el proceso y que el tiempo no es nuestro enemigo.
Gracias por ayudarme a abrazar la distancia, por ayudarme a abrazar a mi corazón y por enseñarme que no todo es como se piensa, abriste mi mente sin darte cuenta. Después de tanto tiempo sigo enamorado de ti, mi corazón rogaría a Dios si llegase a perder tu corazón, no hay manera, no hay vida en la que haya nacido otro yo y otra tú que no se hayan enamorado. Tú, mi alma gemela que siempre dice "hasta en las almas gemelas hay diferencias", pues aunque nos crea iguales, hay puntos de ambos que siempre serán diferentes, creo que por eso nos amamos.
Para este punto no puedo negar el amor que desborda en mi ser por ti, no negaré nunca del mismo y me mantendré fiel creyente de él, pues el amor no se puede olvidar, siempre queda grabado. Tantas cartas de amor que estoy dispuesto a crear para ti, para que las leas y entiendas solo una pequeña parte de cuánto te amo, siendo el amor de mi vida y en cada instante transformando mi personalidad, tienes la llave de la cadena que cubría mi corazón, ahora haz lo que desees con ella mientras eso signifique permanecer a tu lado.
- Con amor, Hades.
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Ella es el cielo.
RomanceSolo es un ser enamorado que se creía el rey del infierno amando a su reina.