Capitulo III

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POV. ABBY:

Mis ojos parecen estar sellados, me cuesta abrirlos con solo pensar en este día. A partir de hoy comenzaremos a formar parte de este ejército y de esta gran guerra.

El agua salpica en mis mejillas, párpados y frente, me observo en el espejo mis ojos están rojos y están mas pequeños de lo normal.

Regreso a la habitación donde Max sigue dormido, retiro la mirada de él inmediatamente y me siento en mi cama.

Si supiera donde esta mi vida saldría corriendo en busca de ella pero podre ir en busca de mi futuro.

Solo pensar en lo que me deparara esta guerra los pelos se me ponen de punta.

Despues de varios minutos estoy vestida con la ropa que había en el armario y peinada con una coleta.

Max no me ha dirigido la palabra desde que se ha levantado, mientras él se pone las botas yo sigo haciendo alguna flexión.

Alguien toca con la mano en la puerta, los dos giramos la cabeza hacia ella pero nadie entra. Me acerco y la abro, miro a ambos lados y a la derecho un hombre curpulento de grandes rasgos y pelo raso se acerca a mi.

- Ya es la hora Srt.Abby.- Salgo de la casa y me coloco a su lado.

Damos una larga caminata hasta llegar a un edificio de tres plantas con pocas ventanas y rectangular.

Cuando entramos una secretaria señala a la izquierda. Hacia esa dirección hay un ascensor, dentro de el los botones son dorados y un enorme espejo abarca las paredes.

En la pantalla se refleja el número 3 cuando para el ascensor, salimos a un paso ligero pero dejamos de caminar al llegar a una puerta metálica.

- Tendrá que esperar unos minutos cuando la puerta se abra siga todo recto y gire a la derecha. Después baje unas escaleras y quedese ahí.

El guarda espaldas se aleja, dejándole sola. Repito una y otra vez las indicaciones en mi cabeza: Recto, derecha y bajar las escaleras.

Sin más la puerta se abre ante mi, camino recto por el pasillo oscuro.

Al girar a la derecha estan las escaleras que me había nombrado, llego rápidamente allí pero nadie viene a por mi.

Hay varios pasillos similares al otro, oscuros y con poca luz. Me adentro al principio de él, doy unos pequeños pasos pero paro inmediatamente.

- ¿A donde va Srt.Abby?- El alfa me mira con superioridad como si de una chiquilla se tratara.

- Solo me asome para...

- No se adentre en estos pasillos sin indicaciones. Todos son similares y no sabe a donde puede acabar. Bueno vayamos a la sala de entrenamiento, luego podras ver a tu amigo.

Yo solo asiento y le sigo por los pasillos hasta detenerse de una gran puerta con simbolos extraños grabados. Tras la puerta hay varios campos de lucha, mesas repletas de armas y gente transformada y otros hablando.

Deben de haber notado mi presencia por que todos me contemplan.

-Esta es Abby, es la primera recluta mujer que tenemos y debemos tratarla con respeto.

La sala se llena de murmuros y siento miles de miradas poniendome a prueba.

-Las mujeres no deben ir a la guerra se encargan de los heridos-grita uno.

-Abby eligio esto al cruzar nuestro territorio en vez de la muerte, es una ayuda más y es poderos solo que tiene que aprender, ademas tiene una marca que lo demuestra.

El silencio se empieza a notar tenso, ¿de que marca estara hablando?

-Transformate- me pide el alfa.

-Pero...

-Simplemente hazlo, ahora veras de que hablo

Empiezo a notar las contracciones en los huesos, noto los musculos tensarse y caigo al suelo ahogando mis gritos la transformación concluye en segundos dejando una loba rojiza de gran tamaño en mi lugar.

El alfa me mira sonriente.

-Veis lo que os decia, es una loba tan grande como un alfa con porte fuerte y la marca que os decia- dice señalando las dos ondas que tengo en el cuello.

-Perdone pero no entiendo nada, la marca la llevo desde que naci y es un simple lunar- digo mientras me transformo de nuevo a mi yo normal

-Tienes muchas cosas que aprender asi que comencemos el entrenamiento, Abby tu iras con los iniciados- dice señalando a un grupo de mi edad.

Voy trotando al grupo, todos me obserban atentamente, sin decir nada dos de ellos salen al campo de combate muentras el resto les obserban.

Los dos se transforman en lobos y comienzan a pelear. El chico que tengo al lado es el primero en hablarme.

-Hola, yo soy Ethan

-Yo Abby aunque me imagino que lo sabras despues del numerito que a ocasionado una mujer guerrera.

-Es raro.-dice encogiendose de hombros.

Tran un ratos de combates entre ellos el alfa decide que ya es hora de que pruebe suerte.

- Abby y Scott al campo- de entre el grupo sale un chico el doble de grande que yo.

-Transformaros

Hago lo que me pide al igual que Scott, un lobo grisaceo de mediano tamaño aparce ante mi.

El es el primero en atacar salta encima mio lo que provoca que caiga al suelo, el intenta morderme en el cuello pero no alcanza, cuando tengo oportunidad me zafo de el empujandolo de mi le lanzo diversos arañazos en el costado y en la cara me distraigo un segundo y se abalanza contra mi mordiendome el lomo.

Un dolor agudo recubre la zona aullo de dolor, pero no me rendire tan facilmente, les demostrare que puedo conseguirlo.

Salto encima de el y le muerdo el cuello de tal manera que sangre brota de el el lobo se retuerce bajo mi peso pero yo no le suelto.

-Suficiente

Me quito de encima de el y mi respiración es agitada, pero comienzo a sentir mi cuerpo debilitándose. Todos los huesos me duelen, nunca había durado tanto mi transformación.

Mi ropa esta destrozada, mi pelo esta hecho una maraña y tengo sangre en la cara

-Ya he peleado ahora dejeme ver a Max

- Un trato es un trato, pero antes ve con Ethan el te curara las heridas y luego te acompañara a ver a tu amigo.

Salimos de la sala de entrenamiento, la gente me mira sorprendida y el chico que ha peleado conmigo, Scott esta en el suelo rodeado de gente. Solo quiero ir cuanto antes con Max, pienso cuantas vidas matare cuando vaya a la guerra, solo, solo quiero salir de aquí.

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Hey! ¿Que pronto verdad? Pues si, toda la noche escribiendo para que tengáis otro capítulo. Chan Chan Chan muchas gracias por votar y seguirnos. Aun que ahora son un poco mas cortos peroooo bueeno)

Besos unicorniales.
-whatshername-

En multimedia Ethan

Abby's Donde viven las historias. Descúbrelo ahora