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Un clima frío estaba presente, el aliento de la gente era como vapor y viajaba por el aire que golpeaba mi rostro mientras conducía a toda velocidad aquella motocicleta. Me encontraría con un hombre que me había hecho una propuesta hace unos días, al principio iba a rechazarla pero después de platicar con alguien me di cuenta que podría ser una oportunidad para cambiar mi vida monótona de una vez por todas, cambiar los riesgos por algo calmado y fijo. Podría caminar por la calle sin preocupaciones y sin estar alerta pensando que alguien saldrá a atacarme al saber que conozco a esas personas a las que considero amigos.
Sin darme cuenta había llegado a aquel lugar donde podía ver a ese hombre sentado mientras comía lo que parecía ramen, solo acerté a estacionar mi medio de transporte y entrar a ese restaurante. Dude si entrar o solamente rehusarme y optar por irme de ahí dejando un montón de oportunidades de ser lo que la sociedad consideraría "normal", lo medite un rato y solo entre dejando que el olor de toda la comida inundara mis fosas nasales, tomé asiento frente a el incluso sin haber avisado de mi llegada pero ni se inmutó, supongo que el haber tratado conmigo y mi personalidad le habían servido para saber sobre mis "malos" modales y mi forma arrogante de hablar.
Estaba considerando que no vendrías, pensé que sería un proyecto muy vago e inútil para ti y tu criterio -dijo aquel hombre en cuanto alzó la vista y me miró-
