𝐃𝐑𝐄𝐀𝐌𝐄𝐑 | Alice In Borderland

𝐕: 𝐋𝐚 𝐂𝐚í𝐝𝐚 𝐃𝐞𝐥 𝐒𝐨𝐦𝐛𝐫𝐞𝐫𝐞𝐫𝐨

A la mañana siguiente un mensaje interrumpió la rutina diaria de los ejecutivos, el sombrerero había muerto. Al parecer no había logrado completar el juego, pues un impacto de bala era visible en su pecho.

El futuro de La Playa era incierto, todos los ejecutivos discutían lo que debería de pasar y justo ahora la votación para el nuevo líder había comenzado.

Como se suponía que era costumbre el Número Dos era quien debería asumir el cargo del líder, pero al parecer a alguien (Niragi) le había molestado tal regla. Ahora había amenazado a todos para que votarán a Aguni como el nuevo líder.

-¿Y tú, niñita? ¿De qué lado estás?-cuestionó Niragi acercando la punta de su arma hacia mí, pues era mi turno de votar.

-No importa lo que eliga, la decisión ya está hecha, ¿no?

-Todos tienen derecho a votar, ¡Es democracia!

-Que mediocre definición de democracia.

-¡Responde de una vez!- una bofetada por parte de él fue directo hacia mi rostro, causando que mi mejilla se enrojeciera -¡¿Entonces?!-volvió a apuntarme con su arma, esta vez dispuesto a disparar.

Levanté mi mano con desdén, dando mi voto a Aguni.

-Así que tenemos nuevo líder, ¿no?- celebró Niragi con alegría, mofandose de los demás.

-El sombrerero no permitiría esto...-dijo Mira -...si estuviera vivo, no habría permitido esto.

-¡Pero está muerto!...- se acercó a el cuerpo a golpearlo con el mango de su arma -...los muertos no saben lo que pasa...- volvió a golpearlo varias veces, mientras que todos solo veían lo que ocurría sin poder hacer nada -...¿Ves?...- le golpeó y escupió por última vez antes de ser detenido por Aguni.

-A partir de hoy soy el nuevo rey de la Playa.

-¡¿No es maravilloso?!- aplaudió con fervor -...ahora jefe, solo falta la ceremonia de sucesión. Abramos el sobre negro.

La reunión había terminado y la mayoría de personas ya habían abandonado la sala, incluyendo nuestro equipo.
Fuera de la sala nos esperaba Usagi ansiosa por la noticia que nos habían dado.

-¿Estás bien?- me preguntó Arisu una vez que estábamos afuera, a lo que solo asentí -...estuve a punto de golpear a Niragi si no fuera por el de la espada.

-No te preocupes, no te arriesgues por mí- sonreí medianamente, mientras Arisu caminaba hacia Usagi.

En realidad no estaba bien, no por la gran bofetada y humillación que recibí, sino por la gran impotencia que sentía de no poder hacer nada al instante.

-¿Estás segura que estás bien?- Chishiya se emparejó a mi lado -...fue un gran golpe.

-No me lo tienes que recordar, aún lo sigo sintiendo.

-Necesitas algo para que se desinflame, tal vez haya hielo en la cocina.

-No quiero perderme la reunión y el brillante plan que darás.

-¿Es necesario siempre llevarme la contraria? ¡Oigan!...- gritó a los demás -¡Nos desviaremos uno momento, los alcanzaremos en unos minutos!

Me arrastró hacia lo que al parecer era la cocina, sacó algunos hielos del congelador, los echó en una bolsa y me los entregó.

-Podría haber venido yo sola. Creí que no te interesaba.