No quiero ser amada ✿2da Parte 180-228✿

Capitulo 222

El Puerto de Salerno se mantuvo sin cambios. Altos e imponentes muros rodeaban la playa. Había numerosas casas con techos de color escarlata por todas partes. Un color turquesa aparentemente interminable. Todo estaba tan tranquilo y hermoso como antes.

Solo había un barco descansando en las orillas. Un barco blanco, moderno, elegante.

Cuando el carruaje de la Reina llegó al puerto, la ciudad portuaria, por lo general agitada, de repente se volvió tranquila. La puerta del carruaje se abrió y la Reina descendió de su vehículo rodeada por sus guardias. Llevaba un grueso abrigo, gorro y guantes hechos de piel de zorro plateado, como si estuviera planeando ir a algún lugar mucho más frío que Arundell. Poco tiempo después, el capitán del barco se acercó a ella.

Se quitó la gorra y se inclinó ante la Reina de Arundell.

“Saludos a la mujer más honorable de Arundell, Su Majestad la Reina. Que la luz de Elheim brille siempre sobre ti”.

Una sonrisa apareció en los labios de Rihannan.

“Saludos, capitán. Estaré bajo tu cuidado".

El capitán señaló a los dos hombres uniformados a su lado.

“Este es el primer oficial que pilotará el barco conmigo, y este es nuestro mejor navegante”.

Ambos hombres se quitaron las gorras y se inclinaron ante Rihannan. Entonces, ambos respondieron al capitán al mismo tiempo. “Es un honor servirle, Su Majestad. Nos aseguraremos de que llegue a Chrichton sano y salvo".

Rihannan miró a los dos hombres. Uno de ellos, al que habían llamado el mejor navegante, parecía bastante joven, casi un niño. No podía tener más de 20 años. Mientras Rihannan seguía mirándolo a la cara con mucha atención, de repente pensó que el chico le resultaba muy familiar.

Al ver que la Reina lo miraba con interés, el niño sonrió.

"Su Majestad, en el pasado estuvo a bordo del 'Ataraxia', un barco que navegaba hacia Chrichton, ¿verdad?""

Rihannan lo recordó.

"¿Estabas..."

"Sí. Yo era un miembro de la tripulación novato en ese entonces. Te expliqué los orígenes de la estatua de Ataraxia que estaba en la nave. ¿Te acuerdas?"

Una brillante sonrisa adornó el rostro de Rihannan.

“Por supuesto que lo recuerdo. ¿Te has convertido en el mejor navegante por aquí en tan poco tiempo?"

"Sí. Tengo talento, así que logré levantarme un poco antes”.

El resto de los tripulantes que los rodeaban a poca distancia miraron al chico con envidia. Parecían preguntarse cuándo y dónde diablos podría haber conocido a la Reina en persona.

Rihannan se rió.

"Sí. Es bueno verte de nuevo en tu nueva posición.”

“El placer es mío también, mi Reina. Entonces, ¿podría saludarte por separado?”

Rihannan extendió su mano. El marinero besó rápidamente el dorso de la mano de Rihannan, que aún llevaba puestos sus guantes de cuero. La creciente ola de celos proveniente de los miembros de la tripulación era casi tangible.

“En cualquier caso, ¿qué te dije en ese entonces? Los lazos con Ataraxia son fuertes. Te dije que terminarías regresando a Arundell, ¿no?"

"Tenías razón... aunque regresé en diferentes circunstancias".

Rihannan murmuró amargamente esa última parte para sí misma. El marinero no la escuchó y siguió hablándole emocionado.

“¿Sabes lo sorprendida que estaba cuando escuché que la chica que había conocido se había convertido en reina? Recorrí la ciudad presumiendo de cómo había conocido a la Reina, pero nadie me creyó. Ahora lo harán”.