Thin White Lies - Lian y Kuea (Cutie Pie fanfic)

Especial 1: El secreto de Yi

Hola:D Feliz año nuevo xd Y felices especiales de Cutie Pie también:3

Perdón por la tardanza pero ceguera + trabajos de la universidad + computadora malograda = tragedia. En compensación, hoy habrá dos caps nuevos aquí:D

Esta sección, que tiene como título "Especial 1: El secreto de Yi" será parte de una mini historia contada por Diao. Decidí hacer su POV en forma de capítulos especiales porque así, a mi parecer, se distinguen mejor las dos historias:3 Entonces, cada vez que vean que un cap comienza con "Especial" ya saben Diao es quien está contando la historia. Claro que no será tan frecuente porque los centrales son mis padres: Lian y Kuea.

El siguiente cap seguirá con la historia normal de Lian y Kuea. Lo subiré en unas horas.

Cabe mencionar que todo esto lo llevo ideando antes de los especiales, así que estos no cuentan para esta historia:,( 

Ojalá les guste el cap;(

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 — ¿Qué te parece mi nueva boina? —pregunté sonriendo con timidez—. La compré para que haga juego con tu...

— Está muy bonita, te queda bien. —me interrumpió mientras buscaba algo en la guantera del auto, sin siquiera mirarme.

Cuando al fin encontró lo que buscaba, se recostó en el respaldar de su asiento y estiró sus brazos contra el timón.

— Siempre me olvido en dónde los dejo —explicó mientras me mostraba los documentos del auto—. Ahora sí, vamos a nuestra cita.

Volteó a sonreírme y no pude evitar mirarlo con preocupación. Sus ojeras se veían aún más marcadas que hace unas semanas.

— ¿Estás seguro de que no quieres quedarte a descansar hoy? —inquirí, al mismo tiempo que colocaba una de mis manos sobre su rostro—. Podemos ver alguna película y preparar bocadillos. Y así descansas cuando desees.

— No es para tanto, estoy bien. —frunció el ceño.

— Es que has estado raro estos días. Mejor tómate un desc...

— Te dije que no es para tanto. —espetó muy serio. Mi sugerencia parecía ofenderle mucho.

Obviamente, estaba irritable porque no había dormido nada durante varios días. Eso, sumado al mal humor que lo caracteriza, son la fórmula perfecta para generar tensión en una cita.

— Disculpa. —contesté en voz baja, pensando que tal vez era yo quien exageraba.

Retiré mi mano de su rostro, pero luego él suspiró y la tomó con delicadeza. Se sentía culpable por causar esa reacción en mí, era como si pudiera sentirlo a través de su tacto.

— Perdóname, por favor —pidió avergonzado—. Me hace feliz ser una de tus prioridades, pero te prometo que estoy bien.

Asentí con la cabeza y le dejé un beso en la mejilla, el cual él recibió con gusto. Más tranquilo, comenzó a conducir hacia el restaurante en el que hizo una reservación para nosotros.

Mientras conducía, lo miraba de reojo, rogando porque no se quedara dormido en medio de la pista. Me preguntaba qué era aquello que le quitaba el sueño.

Durante esos días, Yi no solo había tenido problemas para dormir, sino que también había estado más distraído de lo usual. Al comienzo, no dudé en atribuirlo todo al estrés de su trabajo; sin embargo, durante las pocas veces que le ha sido fácil caer dormido, había llegado a escuchar quejidos suyos y a veces murmuraba no querer regresar a algún lugar. Aquello tenía que ser algo más que solo un estrés de oficina.