Capítulo 7

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Se pide discreción de parte de los lectores:(

Recuerden que Kuea está alterado...

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A pesar de que no era una noche calurosa, todo yo estaba empapado en sudor. Los nervios me estaban matando y provocaban esta reacción exagerada ante una situación que debía ser común para mí: estar a solas con mi prometido.

Ante mis obvios gestos de acaloramiento, Lian me preguntó si es que deseaba ducharme antes de comenzar con nuestra conversación. Yo le di la razón, pues estaba dispuesto a hacer lo que sea con tal de posponer nuestra plática y darme tiempo de prepararme mentalmente para sus regaños.

Quería extender la ducha por el mayor tiempo posible; sin embargo, sabía que Lian era capaz de esperarme toda la noche porque su persistencia era característica de él. Me rendí a los veinte minutos.

Cuando salí del baño, él estaba sentado sobre mi cama, mirando tranquilamente cómo yo reaparecía en la habitación. La camisa blanca que traía puesta estaba medio desabotonada, permitiéndome ver parte de su pecho. Agradecí internamente el haber llevado mi pijama al baño porque no habría soportado la mirada de Lian sobre mí, vestido así, estando yo solo envuelto en una toalla.

Odiaba a Lian con todo mi ser, por cómo me había tratado e ilusionado, aprovechando que yo era un niño tonto e inexperto. Sin embargo, él me seguía pareciendo un hombre demasiado atractivo, a tal punto que a veces se me olvidaba el desgraciado que fue.

Esa era mi maldición. No había superado su apariencia en lo absoluto. Casi siempre, terminaba pasando la noche con chicos parecidos a Lian en cualquier aspecto físico: sus ojos, sus labios, la forma de su rostro... Era un patrón del que me di cuenta poco antes de aquel día y llegué a pensar que yo era una especie de enfermo.

Gracias al cielo, Jack no se parecía en nada a Lian, eso era una buena señal.

— Entonces... —traté de apresurar la plática—. ¿Qué querías decirme?

Él se quedó callado, pero sus ojos pasearon sobre mi cuerpo descaradamente. No supe descifrar si me estaba juzgando o si me estaba examinando.

Harto de la incomodidad, exhalé con fuerza y opté por ir a lo seguro.

— Lamento haberme comportado como un niño —me disculpé, aunque en mi interior pensaba que no era para tanto—. Y también lamento haber llegado más tarde de lo acordado. Como tú dijiste, no es propio de un heredero y sé que esto también puede afectarte...

Aún callado, Lian se levantó de la cama y caminó lentamente hacia mí. Mis nervios aumentaron en ese instante, ya que nunca lo había visto actuar así.

— Entonces, ¿si hacemos como que esa discusión no pasó? —sugerí con el poco aliento que me quedaba. El miedo me estaba dominando.

— No tengo problemas con ignorar tu pequeño arrebato de hace unas horas —contestó sin dejar de observarme con detenimiento—. Pero no quería hablar sobre eso contigo.

En ese momento, sentí que iba a desmayarme. Debido a su actitud y la intensidad de su mirada, me imaginaba lo peor.

¿Y SI ME DESCUBRIÓ?

Sudé en frío. Estaba seguro de haber sido muy cuidadoso respecto a mis infidelidades. Siempre guardaba cada uno de mis implementos en una caja con llave dentro del último cajón de mi tocador. También citaba a Jack en lugares de mala muerte, en lo más recóndito de la ciudad, para nunca ser encontrados por conocidos. Ambos siempre buscábamos la manera de no dejar rastros. Nunca mostraba mi cara a mis conquistas en Gemini. Nadie, aparte de Jay, sabía de mis aventuras...

Thin White Lies - Lian y Kuea (Cutie Pie fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora