Capítulo 10

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No vine con excusas. Me desaparecí porque casi pierdo la vida con una enfermedad y luego tuve exámenes en la universidad. Eso es todo. Procedan con el cap, intenté hacerlo largo:D

Advertencia: se avecina una situación violenta en este capítulo.

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Cuando salí de la habitación de Diao, me regañé mentalmente por permitir que él me viera tan frágil. No es como que Diao nunca me hubiera visto llorar, pero me sentí tan débil que casi cuento más información de la que debía.

No pude evitar sentirme involucrado en lo que mencionaba sobre el supuesto engaño de Yi. No quería que tuviera piedad de él, así como tampoco esperaba que Lian la tuviera conmigo si me descubría. Diao merecía algo mejor que alguien como yo.

— ¿Qué te dijo Diao? —inquirió Yi apenas retorné a la sala, pero no tuve el valor para mirarlo a los ojos. No quería verme reflejado en él.

Caminé directamente hacia la puerta y, antes de girar la perilla, respondí:

— Está un poco enfermo, pero no es tan grave. Deja que descanse.

Intenté abrir la puerta, pero una mano se posicionó sobre la madera con firmeza y me obligó a cerrarla en menos de un segundo. Volteé para recriminarle a Yi, pensando que fue obra suya, pero mi sangre se heló cuando vi la cara de Lian a pocos centímetros de mí.

— ¿A dónde vas tan apurado? —preguntó con una ceja arqueada, apoyándose en el brazo que me cerró la puerta.

— Iba a regresar a casa. —contesté tratando de no titubear por la sorpresa.

¡¿Qué está haciendo él aquí?!

— No me llamaste para venir por ti, como acordamos. —acercó su rostro todavía más.

Nuestras narices rozaron y sentí escalofríos en todo el cuerpo. Odié que su presencia me provocara una reacción como esa. Odiaba ser la presa.

— No te llamé porque no lo creí necesario —retrocedí el único paso que me quedaba de distancia con la puerta—. ¿Qué haces aquí?

No contestó. Sin embargo, su mirada viajó desde mis ojos hasta mis labios y mis mejillas ardían al pensar que él me besaría ahí. No me sentía listo para besarlo de nuevo, mi cerebro todavía seguía procesando la imagen de Lian desnudo, tocándome, gimiendo...

Pero él no me besó. En cambio, levantó su mano libre y acarició mi mejilla con su dedo índice, para luego descenderlo hasta el cuello de mi polera y tirar de este hacia abajo. Las marcas que me había dejado la noche anterior quedaron expuestas y sus ojos se posaron en ellas.

Mi vergüenza fue tan grande que se me escapó un quejido. En segundos, usé ambas manos para apartar su mano y volver a cubrir mi cuello, rogando porque Yi no hubiera visto nada.

No tenía que verme a un espejo para darme cuenta de que mi cara estaba rojísima. ¿Desde cuándo este hombre era así de desvergonzado?

Era más sencillo lidiar con él cuando solo me ignoraba. Me dolía en el alma que lo hiciera, pero no me hacía sentir indefenso.

— Ustedes no tienen el más mínimo respeto por mí, ni por mi situación —se quejó Yi desde el sofá—. Qué osado de su parte coquetear frente a alguien que está en problemas con su pareja.

Lian ahogó una carcajada, me miró de reojo y se alejó de mí. Sentí más paz, pero mi corazón seguía palpitando aceleradamente. No supe distinguir si era por los nervios, por la vergüenza o por su tacto.

¿Por qué me sentía así? Había estado en coqueteos y situaciones comprometedoras con muchos desconocidos en el pasado, tanto en público como en privado. ¿Qué hacía a Lian diferente?

Thin White Lies - Lian y Kuea (Cutie Pie fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora