Epílogo

374 40 9
                                    

"Si no en esta vida, que sea en la siguiente, pero espero estar contigo"


"Estas cordialmente invitado a la boda de

Elaine9 Bonnet & Adrien Marchand

El evento no sería lo mismo sin ti."

R.S.V.P


*ºººº*ºººº*ºººº*

"Al final, aunque no sepa tu respuesta, quiero que sepas que todo cuanto poseo quedará a tu nombre. Todo el dinero de las cuentas Morgenstern que estaba a mi nombre es tuyo, así como las casas. Es para que puedas darles un uso 'decente'.

Haz lo que quieras con ellos, vive como te plazca, viaja por todo el mundo con un humano común sin el peso de la Clave sobre ti. Se libre.

Te amo, te amo tanto que duele la idea de perderme todo lo que lograras. No sabes cuánto desearía poder verlo, verte vivir libremente, como lo soñé para nosotros.

El recuerdo de lo que tuvimos siempre estará en boca del mundo, pero solo nosotros conocemos la verdad. Podríamos haber calcinado el mundo, mi amor.

Nunca lo olvides,

Te amo

-Jonathan."

*ºººº*ºººº*ºººº*

Cuando Alec volvió a desaparecer con Elaine, nadie trato de ir por él. Esta vez, comprendieron que Alec no quería ser encontrado. La muerte de Jonathan aun pesaba en los corazones de quienes pudieron conocerlo.

Al principio, dejo saber que estuvo unos meses con Elaine en Suiza, pero después se habían separado, apagado su móvil y de no ser por la runa parabatai que permanecía tranquila en el brazo de Jace, podrían haberlo dado por muerto.

Paso un año, y hubo alguna carta por allí, una llamada aislada por allá. Se habían fragmentado. El Mundo de la Sombras lo llamo La Paz Fría, Jace y Clary de establecieron como directores del Instituto, cada día tratando de convertirlo en un sitio donde todas las razas se sintieran escuchadas y a salvo.

Como un favor con leve coqueteo, Anantares le devolvió su estado mortal a Simon, insistiendo en que definiera su relación con Isabelle lo más pronto posible. Al año, Simon Lewis se convirtió en Simon Lovelace, lo que hacía muy feliz a su amigo George Lovelace, quien no paraba de presentarlo como si fuesen hermanos.

Fueron dos años.

Y entonces la invitación a la boda llego. En letras cursivas que llenaban las esperanzas de volver a reunirlos a todos.

Magnus fue el primero en llegar a Suiza, dos semanas antes de la ceremonia. Sería él quien se ocuparía de llevarla al altar, junto con el mismísimo Jinete Guerra. Pero este último se presentaría recién en la ceremonia, al parecer si estuviese más tiempo en el plano mortal estallaría la tercera Guerra Mundial.

No más el portal se cerró tras él en el apartamento de Elaine, los brazos de Magnus fueron llenados por la burbujeante Elaine, chillando y besando sus mejillas y riéndose cuando Magnus la levanto en volandas.

-Vas a casarte, mi chiquitina -susurro contra el cabello rosado -Estoy tan feliz por ti.

Ella le sonrió en cuando estuvo de nuevo en sus pies. -Gracias, Magnus. Me alegra que estés aquí.

Magnus la miro con picardía -Sabes que solo tienes que decirlo y huiremos, chiquitina. Adrien aún no es santo de mi devoción.

Elaine se volvió a reír -Me casare con él, Magnus. Estoy segura.

The Things I Forget (Jonalec)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora