The Things I Forget (Jonalec)

Capitulo X: Dejar ir.

"Si tu amor tiene precio, pues dime cuanto"

Cuando Jocelyn se caso con Valentine, lo hizo queriendo demostrar que todos se equivocaban. Ellos serían muy felices juntos, sin importar lo jóvenes o ingenuos que los demás los creyesen.

Pero, con la llegada de Jonathan, las cosas se hicieron difíciles. Su hijo no era normal, y Jocelyn lo sabía, algo dentro de ella se retorcía aterrado ante la idea de que ella le temía a su propio hijo. Su hijo de apenas seis meses de nacido.

Por ello, y en su afán de demostrarse que todo estaba bien, llevo a su hijo a jugar con el pequeño bebé de los Lightwood, Alexander.

Maryse la recibió encantada, con un regordete bebé de cabello negro y gigantes ojos azules aferrado a su cadera. Cuando Jocelyn le sonrió, el bebé soltó un gorgojo cantarino.

Eso pareció llamar la atención del bebé Jonathan, quien bajo la sorprendida mirada de su madre, extendió su mano para atrapar un mecho del cabello del bebé Lightwood.

Jonathan tiro del mechón con fuerza, y Alexander (sorpresivamente sin llorar) le dio un manotazo a Jonathan, frunciendo su pequeño ceño y formando un puchero.

Esa fue la primera vez que Jocelyn oyó la risa de su hijo.

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Isabelle sabía, desde el momento en que volvieron de la Corte de Hadas, que Alec no se rendiría fácil. Pero ella tampoco.

Si existía algo que lograra que Alec se doblegase, esa era su familia. Así fue como se le ocurrió la idea de traer a su madre a Suiza. Sabía que Alec no la correría como a ellos, y aunque Jace y Magnus estuviesen en contra de esa idea, todo lo que Isabelle quería era que su hermano volviese a casa, de una forma u otra.

Que Jocelyn se apuntara al viaje, no estaba en sus planes.

Daños colaterales, pero todo era perdonable al ver a su madre abrazarse a Alec en cuanto este abrió la puerta. Ignoro olímpicamente a Elaine y Jonathan cuando se adentro en la calidez de la mansión Morgenstern.

-¿Qué hacen aquí? –Inquirió Elaine, colocándose delante de Jonathan, casi como un escudo –No tienen permitido la entrada a esta casa.

Magnus negó, con una mueca de tristeza –Lo lamento, chiquitina. No era nuestra intención...

Pero Isabelle le interrumpió – ¿Le negarías a mi madre el ver a su hijo? ¿Quién crees que eres, Elaine Bonnet?

La bruja le sostuvo la mirada, con el cobalto en sus ojos, y sonrió falsamente –Te juro que voy a disfrutar lo que te haré, pequeña pe...

-¿Jonathan?

Olvidada, como si todos solo se centrasen en Alec (quien aún abrazado a su madre, parecía no reaccionar del todo), Jocelyn Fairchild se acerco lentamente a su primogénito, con las manos temblando y seguida de su hija.

Jonathan la observaba inexpresivo. La presencia de su madre allí, no estaba en sus ideales, siendo honesto empezaba a enfadarse con la familia de su novio.

¿Qué tan difícil era comprender que debían dejarlos en paz? Entendía que su historial no era el mejor, pero ya había demostrado que Alec estaba a salvo, cumplió su parte del trato. ¿A quien debía asesinar para que los dejaran en paz?