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HA-YOON Y HYUN-SOO ESTABAN DESCALZOS, decidieron quitarse los zapatos para no hacer ningun tipo de ruido al caminar.
Aquel hombre mayor los recibio con esa arma con la que al parecer habia atacado al monstruo y estaba hecha a base de una muleta.
─ Me llamo Han Du-sik. ¿Ustedes? - Les pregunto.
Ambos jovenes se miraron entre si, luego devolvieron su mirada hacia aquel hombre.
─ Cha Hyun-soo. - Respondio.
Ha-yoon dudaba en decir su nombre. Se sentia asustada, incomoda al estar entre dos hombres, su madre siempre le decia tener cuidado con los hombres. Pero al ver que Hyun-soo habia dicho su nombre, decidio hacerlo por igual.
─ Soy Lee Ha-yoon. - Se reverencio hacia el hombre, no queria dar mala impresion. El Du-sik desde su lugar, respondio a su reverencia.
─ No parecen ser muy conversadores, ¿no? - Dijo Du-sik al notar la timidez de ambos.
─ ¿Como podemos... - Hyun-soo hizo una pausa al finalmente poder levantar su mirada la cual hace un rato estaba pegada en sus pies. - Salvar a los niños? - Finalizo de hablar.
─ ¿Podemos? Ustedes dos iran.
Ahora ambos tenian esa mirada de confusion. No fue hasta que notaron un movimiento de parte del mayor, el cual se poso delante de ellos en aquella silla de ruedas, estaba invalido.
─ ¿Aun quieren que vaya yo?
Ha-yoon penso que tal vez habian herido los sentimientos de una persona mayor. Ambos solo la miraron al verse reverenciandose tan rectamente.
─ Lo lamento, no teniamos idea, señor Han. - Se paro derecha al terminar.
El señor Han sonrio al verla. Tenia esa sensacion de que ella se adaptaria bien a todo lo que pasaba.
─ Mm, tus padres debieron de haberte enseñado modales. No estoy herido, no tienes que reverenciarte tanto. - Le dijo a Ha-yoon quien solo asintio con la cabeza gacha. - ¿Saben?, de niño me decian MacGiver. ¿Entiendes? Podia fabricar lo que sea, con las manos.
Ninguno de los dos entendia a que queria llegar el señor Han con eso. Al verlos tan confundidos, el por fin confeso su idea.
─ Lo que quiero decir es que puedo hacer sus armas mas utiles. - Dijo mientras miraba el arco que sostenia Ha-yoon entre sus manos. - Damelo. - Le ordeno a Hyun-soo.
