Eleonor de Narnia tenía una misión encomendada por el gran Aslan:Proteger a los cuatro reyes de antaño y a los Narnianos.
Y estaba totalmente dispuesta a cumplirlo.
El príncipe Caspian,el heredero al trono telmarino por derecho o al menos lo era...
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El castillo se encontraba en un profundo silencio a excepción de los gritos de Lady Prunaprismia que en aquello instantes se encontraba en pleno labor de parto.
La servidumbre corría de un lado a otro trayendo toallas,agua caliente y todo lo necesario para que el hijo de Lord Miraz naciera.A los pocos minutos los gritos de la mujer cesaron y fueron remplazados por el llanto de un bebé.
Lord Miraz había tenido un hijo.
-Mi Lord,fue un varón-informo el General Glozelle a Miraz que se encontraba viendo el estrellado cielo desde una ventana de la torre.
-Los cielos nos han bendecido-dijo con una sonrisa-conoces tus ordenes-el general trato de descifrar si era algún tipo de broma-General Glozelle...-dijo en advertencia.
-Si mi Señor-dijo el hombre para después irse
El General con la intención de cumplir las órdenes que se le habían encomendado decido ir a buscar algunos arqueros para hacer la tarea más rápida;Sin embargo,no se dio cuenta de que el Profesor Cornelius sabia de sus planes y no iba a permitirlos.
A si pues el Profesor se dirigió hasta la habitación del Príncipe que se encontraba durmiendo plácidamente en su cama hasta que su Profesor lo sorprendió poniendo su mano en su boca para que este no hablara.
Caspian se llevó un buen susto hasta que se dio cuenta que era su Profesor el que estaba ante él, lo que hizo que el chico relajara todos los músculos que se le habían tensado.
-Cinco minutos más-pidió el Príncipe sin saber nada de lo que ocurría a su alrededor.
-Hoy no veras las estrellas Príncipe-dijo el hombre mientras levantaba a Caspian de su cama-Tu tía dio a luz hace poco-dijo dirigiéndolo a un gran armario que había en la habitación-Aun niño-abrió un pasadizo secreto en el armario e hizo que Caspian entrara justo cuando los guardias entraban a la habitación.
El Príncipe dejo entreabierta la puerta del armario para ver lo que los guardias hacían ahí y se sobresaltó cuando vio como ante la orden del General Glozelle los guardias abrían fuego sin piedad alguna en su cama donde se supone él debía estar dormido.Lo que significaba que su tío lo quería muerto.
Su Profesor lo llevo por unas escaleras que ni él sabía que existían,lo guio hasta las caballerías después de darle una armadura y una espada al igual que su propia capa para que pudiera cubrirse, le ensillo un caballo y lo saco al patio del castillo.
-Debes ocultarte en el bosque-dijo el Profesor mientras Caspian montaba el caballo
-¿El bosque?-pregunto el chico con un toque de miedo en su voz.
-Le temen, no te seguirán-explico a la vez que sacaba una especie de cuerno blanco de su bolso-Encontrar esto me llevo mucho tiempo-dijo mientras se lo entregaba-No lo uses a menos que sea necesario
-¿Un día te vere otra vez?-pregunto
-Eso espero Noble Príncipe, aún tengo mucho que contarte-dijo con melancolía-Todo lo que conoces cambiara ahora.
Se escucho como los guardias comenzaban a buscar a Caspian así que decido irse antes de que cerraran el puente.
-Huye de aquí-dijo el Profesor a la vez que Caspian se iba en el caballo.
En el camino hasta el puente varios hombres intentaron detenerlo, pero no lo lograron, así pues, cuando Caspian logro salir del castillo varios hombres ya iban tras él, se dirigió hacia el bosque tal y como su Profesor le había dicho.
Dudo un poco cuando se encontró a las afueras del bosque, pero no tuvo más opción que entrar, había tomado ventaja pues al parecer los guardias también temían entrar. Iba tan absorto en sus pensamientos que ni siquiera se dio cuenta como su cabeza se estrellaba con el tronco de un árbol haciendo que se callera de caballo y este lo arrastrara.
Intento zafarse, pero le fue casi imposible hasta que después de un buen rato lo logro haciendo que quedara tirado en medio del bosque.
Hasta que se percató de tres figuras que lo miraban desde un gran tronco.
-Nos vio-dijo uno de ellos mientras intentaba atacarlo, pero al ver el cuerno que se había caído de la bolsa del joven, se alejó.
El hombrecito se dio cuenta de los guardias que venían tras Caspian así que decido ir a detenerlos. A pesar de eso Caspian tenía miedo de lo que le pudiera pasar tomo el cuerno y lo soplo a la vez que otro enano gritaba.
-¡No lo hagas!-pero era muy tarde, después solo sintió un golpe en la cabeza y todo se volvió negro.
Y justo a la par que recibió el golpe unos ojos azul intenso se despertaban dentro de la casa de aquellos hombrecitos.
