Eleonor de Narnia tenía una misión encomendada por el gran Aslan:Proteger a los cuatro reyes de antaño y a los Narnianos.
Y estaba totalmente dispuesta a cumplirlo.
El príncipe Caspian,el heredero al trono telmarino por derecho o al menos lo era...
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Caspian miraba a Eleonor con un brillo sin igual en sus ojos idéntico al que tuvo cuando la vio el día de su coronación, la contemplaba como si fuera lo gema más valiosa de toda Narnia y es que en realidad para el ella si lo era.
-No sabes cómo me dolió el día que te fuiste de Narnia-dijo el acariciando la mejilla de ella con su pulgar-Dejaste un gran vacío en mi corazón ese día
-Perdóname...-susurro ella
-Si piensas volver a tu mundo, avísame para que volvamos juntos-dijo el rey con una gran sonrisa
-Mejor me quedo contigo-sugirió ella
-Me hiciste una promesa ahora no la puedes romper-dijo el feliz, aunque no sabía por cuanto tiempo les duraría aquella felicidad
De repente se escucharon las risas de los tripulantes y los quejidos de Eustace, Eleonor suspiro y bajo junto con Caspian a ver que sucedía.
Resultaba que Reepicheep le estaba dando unas "clases" al niño, aunque se notaba que al roedor solo le importaba pelear contra él.
Edmund les explico que el ratón había encontrado a Eustace robando una naranja que efectivamente el niño tenía detrás de su espalda y la protegía a toda costa, en un momento Reepicheep fingió caer al mar, el niño de inmediato se acercó a ver dónde estaba el roedor, pero este lo sorprendió empujándolo contra un cesto haciendo que este se cayera junto con Eustace.
Eso no les sorprendió si no que del cesto salió una pequeña niña, la misma niña de la isla que deseaba venir con su padre a buscar a su mamá.
-¿Gael?-dijo su padre confundido al ver a la niña-¿Qué haces aquí?-la niña corrió a esconderse detrás de el asustada
-Hola linda-dijo Eleonor mientras se agachaba a la altura de la niña mientras le hablaba con cautela para no asustarla más
-Hola...-dijo ella con algo miedo
-Bueno...-dijo la chica quitándole la naranja a la fuerza a Eustace-Creo que tenemos un nuevo tripulante-dijo acercándole la naranja a la niña que tomo con una pequeña sonrisa
-Gracias mi señora-dijo la niña ya más confiada haciéndole una pequeña reverencia a Eleonor
-Oh por favor solo llámame Eleonor o Eli-dijo ella sonriéndole-Ven te daré un recorrido por el barco-la niña tomo la mano de la guardiana y se fue feliz junto a ella
Caspian miraba a Eleonor con una inmensa sonrisa, esa chica nunca terminaba de sorprenderlo.
°°°°°°
Para el atardecer llegaron a otra isla y Caspian ordeno quedarse en la orilla pues deseaba explorarla a la mañana siguiente, Eleonor acomodo a Gael a un lado de ella para que se durmiera pues ella ya se había encariñado con la guardiana y no quería soltarla, cuando vio que la niña ya estaba cómoda se alejó un poco para dejarla dormir.
Se sentó junto a una roca, pero entonces sintió que alguien se recargaba de su hombro y al voltear se encontró a Caspian con los ojos ya cerrados.
-¿Estas cómodo?-pregunto ella con ironía
-Si mucho-dijo el acomodándose mejor a la vez que abrazaba a la chica de la cintura
-Mañana voy a amanecer adolorida-dijo ella riendo
-Hay otras maneras de dejarte adolorida-dijo el sin abrir sus ojos
-¡Caspian!-lo regaño ella al entender
-Lo siento-dijo riendo-Buenas noches Eli
-Buenas noches Cas-dijo la chica, aunque ella en realidad no se durmió
¿En qué momento el había pasado de ser Majestad, a Caspian, a Cas? no tenía idea y sinceramente no le importaba.
Todavía se pasó un buen rato admirando a Caspian mientras le acariciaba su cabello, se veía tan tranquilo y tierno cuando dormía que le recordó a cuando él era todavía un príncipe tan gentil, inocente y a veces ingenuo, sonrió al verlo entre sus brazos, se acercó a él y le dejo un pequeño beso en la frente.
-Jamás debí haberme ido de tu lado Cas-dijo ella sonriendo, mientras se acomodaba a su lado para dormir.
A la mañana siguiente Eleonor se despertó debido a que Gael había ido a levantarla.
-Eli...-susurro la niña para despertarla-Eli...
-¿Que pasa?-dijo medio dormida, aun se encontraba entre los brazos de Caspian, pero los movió delicadamente para levantarse
-Lucy no está-dijo la niña haciendo que todo el sueño que tenía Eleonor desapareciera
-¿Que has dicho?-dijo la chica
-Lucy no está, mira-dijo señalando donde se supone debería estar la reina
-Oh por Aslan-dijo preocupada
De inmediato se levantó mientras tomaba su arco y flechas haciendo que Caspian también se despertara seguido de toda la tripulación que comenzaron a buscar a la reina excepto Eustace que se quedó dormido. Para suerte de todos Gael encontró unas huellas así que todos decidieron seguirlas.
A medio camino encontraron la daga de Lucy, pero una fuerza invisible los ataco y lo peor es que no sabían de donde venían las voces y los golpes.
-No se muevan o morirán-dijo una voz
-¡¿Que criaturas son ustedes?!-grito Caspian
-Somos muy grandes con cabezas de tigre y el cuerpo de...
-Un tigre diferente-dijo otra voz-Mejor no te metas con nosotros
-¡¿O que?!-grito Edmund
-¡Te destruiré con mis garras!-pero de repente poco a poco fue apareciendo la silueta de la criatura que no era nada parecido a lo que describían
-¡Te morderé con mis colmillos!
-¡Te aplastare de un golpe! -sin darse cuenta las criaturas fueron visibles revelando a unos enanitos de un solo pie
-¿Nos aplastaran de un pisotón?-dijo Caspian con burla
Los enanitos se voltearon a ver confundidos dándose cuenta de que ya eran visibles intentaron huir cosa que no lograron.
-¿Donde esta Lucy?-dijo Eleonor apuntándole a una criatura con una flecha
-Esta...esta...en la mansión del opresor-dijo el hombrecito con miedo
-¿Cual mansión?-dijo Ed al no ver nada, de repente apareció una gran casa ante ellos de ahí salió un hombre acompañado de Lucy
-¡El opresor!-dijeron los enanitos mientras salían corriendo de ahí a la vez que aparecía Eustace
-¡Lucy!
-Majestades-dijo el hombre haciéndole a una reverencia a los reyes-Mi señora-dijo dirigiéndose a Eleonor
-Chicos él es Coriakin, esta es su isla-los tres hicieron una reverencia
-¿Que eran esas criaturas?-pregunto el Eustace
-Son Dufflepuds-contesto un minotauro con simpleza
-Ah claro, era muy obvio-dijo el rubio con sarcasmo
