Eleonor de Narnia tenía una misión encomendada por el gran Aslan:Proteger a los cuatro reyes de antaño y a los Narnianos.
Y estaba totalmente dispuesta a cumplirlo.
El príncipe Caspian,el heredero al trono telmarino por derecho o al menos lo era...
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Estaban a punto de dar las doce de la noche y Eleonor no podía conciliar el sueño, quizás no lo necesitaba después de todo había dormido por aproximadamente unos trece siglos.
Caspian la había llevado hasta su habitación hace como dos horas diciéndole que si necesitaba algo no dudara en hacérselo saber.
Pero ella seguía dando vueltas por toda la cama, tenía que encontrar una manera de distraerse, frente a ella había un gran mueble repleto de libros así que decidió pararse a tomar uno, quizás así se le cansaría la vista y se dormiría de una vez por todas.
Estaba a punto de tomar el libro cuando alguien toco la puerta ¿Quién además de ella estaría despierto a esa hora y rondando por los pasillos del palacio?, solo por seguridad tomo la daga que estaba junto a su arco, flechas y armadura en una de las mesas de la habitación, abrió la puerta.
Y se encontró con Caspian a punto de volver a llamar a la puerta.
-Eli-dijo el sorprendido pues lo tomo por sorpresa
-Hola Caspian-el solamente llevaba una camisa blanca holgada y unos pantalones algo viejos, pero lo que le pareció más tierno era su cabello que ahora estaba alborotado-¿En que te puedo ayudar?
-Discúlpame por despertarte
-Oh no te preocupes, en realidad no estaba dormida-dijo guardando la daga
-Y ahí está la daga de nuevo-dijo con ironía- Es un milagro que no me la hayas lanzado-ella solo rio-En realidad yo venía a pedirte un favor
-¿Dime en que te puedo ayudar?
-Esto sonara tonto-dijo rascándose nervioso la nuca-Pero...¿Me podrías enseñar a bailar?
-¿Yo?-dijo confundida
-Peter me dijo que sabias bailar
-Pues en realidad si se bailar, pero es un favor un poquito...inusual-dijo ella
-Si no quieres no hay problema, yo entiendo-dijo el algo decepcionado
-No, no, no, no-dijo deteniéndolo-Si te enseñare, pero ¿para qué?
-Bueno pues después de mi coronación habrá un baile y no es como que sepa bailar muy bien-explico Caspian nervioso
-Creí que a los príncipes les daban clases de danza-dijo Eleonor confundida
-No es como que les haya puesto mucha atención a las lecciones-dijo riendo
-Pues si ese es el caso supongo que puede enseñarte, aunque sea a bailar un vals tradicional-dijo ella aceptando
-Si, perfecto-dijo con emoción el príncipe
-Bien pues necesito que te acerques-Caspian dio un pequeño paso-Un poco más-dio otro pasito, Eleonor al ver que no se quería acercar mucho, lo tomo de la camisa y lo jalo hacia ella quedando lo suficientemente cerca-Así esta perfecto, ahora dame tu mano-ambos las entrelazaron-Y tu otra mano va aquí-dijo guiándolo hacia su cintura, mientras ella le rodeaba el cuello-Ahora solo imagina una melodía y sigue mis pasos
Al principio solo eran pasos de atrás hacia adelante, después de derecha a izquierda, pero poco a poco Caspian tomo el ritmo comenzando a bailar por toda la habitación, parecía como si de verdad fuera un experto, después comenzaron las vueltas seguidas de las risas, hasta que Caspian levanto a Eleonor del suelo mientras giraba y se carcajeaban, para cuando la regreso al suelo ambos se miraron.
-Nada mal Caspian-dijo felicitándolo
-Tengo una buena maestra-dijo sonriendo-De hecho, me gustaría que tu fueras la primera persona con la que baile mañana
-Sera todo un honor bailar con el nuevo rey de Narnia-dijo haciendo una reverencia, mientras el reía
-Bueno supongo que ahora si debes estar cansada-dijo el príncipe-Así que lo mejor es que te deje descansar
-Tienes razón mañana será un día largo-dijo acompañándolo hasta la puerta-Que descanses Cas-fue la primera vez que ella lo llamaba por un apodo cariñoso y se había sentido tan bien
-Igualmente Eli-dijo el tomando su mano para dejar un pequeño y tierno beso en esta-Hasta mañana-dijo mientras se daba la vuelta para irse
Eleonor estaba a punto de cerrar la puerta cuando sintió algo cálido en su mejilla derecha.
Y es que Caspian había regresado para darle un fugaz beso.
-Ahora sí que descanses-dijo el y se fue feliz
Mientras tanto ella cerró la puerta lentamente, para después recargarse de esta y tocar el lugar donde Caspian la había besado, mientras sonreía como tonta al recordarlo.
