V E I N T I D Ó S

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Cuando Eliza despertó escuchó como un golpeteo en la ventana se hacía más constante y miró hacía está, una fuerte lluvía había empezado recién.

Ya era de noche, bastabte tarde, recordó lo que había hecho con Erwin y sintió un pequeño dolor de cabeza, además de cansancio.

— Debe ser porque tomo mi energía — dijo mirando a Erwin, que descansaba a su lado, en su forma de incubo.

Ella estiró un poco su cuerpo, pues lo sentía bastabte adormilado. Luego, se levanto con suavidad de la cama y tomo una camisa basica de Erwin que había encontrado en el suelo para ponérsela.

Tenía la boca seca y quería ir por algo de tomar, cuando salió del cuarto se dirigió a la cocina, allí tomo un vaso y se sirvió agua en este, después fue a la sala, alli vio que había algunas cosas del hamster de Erwin, tenía una cama, juguetes, comida, agua, y allí en su cama reposaba dicha criatura.

Ella sonrió con ternura al verlo, y con su dedo acarició con cuidado su cabeza.

— Quiza no solo seas su mascota, pero él realmente sabe como cuidarte, te tiene bastante mimado Hange — dejo al Hamster en su lugar y se tomo el vaso de agua, luego de lavarlo y dejarlo en su lugar volvió a la habitación.

Volvió a meterse en la cama y se encontró con la adormilada mirada del rubio, quién la tomo en sus brazos para abrazarla.

— ¿Como estás, te sientes bien? Lamentó si tome mucha energía, debes sentirte agotada... — se disculpó en un tono bajo sin querer interrumpir en la quietud de esa noche lluviosa.

— Estoy bien... Fue una buena experiencia para mi — lo tranquilizó tomando una de sus manos y acariciándola.

— me alegra oir eso... ¿Te gusta la lluvía? A mi me tranquiliza... — cerro sus ojos aub abrazándola, listo para seguir durmiendo hasta la siguiente mañana.

— Si... Me ayuda a dormir... Creo que debería dormir también — le susurró al hombre antes de dejar un beso en su nariz y acomodarse para dormir junto a él.

En la mañana cuando despertaron, luego de desayunar algo sencillo y arreglarse, Erwin llevo a Eliza hasta su hogar en su auto, la dejo frente al complejo de apartamentos

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En la mañana cuando despertaron, luego de desayunar algo sencillo y arreglarse, Erwin llevo a Eliza hasta su hogar en su auto, la dejo frente al complejo de apartamentos.

— Descansa y cuidate, debes recuperarte para que no enfermes, te recomiendo dormir un poco y también tomar un poco de té si puedes, no hagas nada que implique mucho esfuerzo si? Te vere mañana en ek trabajo — Eliza asintió ante las recomendaciones de su jefe y sonrió cuando recibió un delicado beso en su frente por parte de este.

— Nos vemos mañana — se despidió y entro a su apartamento, lista para seguir las indicaciones de Erwin empezo a preparar un té para tomar, aprovechó el tiempo en que estaba y empezó a regar sus plantas.

Se preparo algo sencillo para su almuerzo y comió mientras veía una de sus películas favoritas. Fue uno de sus días mas tranquilos hasta el momento, a veces deseaba que todo fuera así, simple, pero muy comodo.

Suspiró y miro la pantalla de su teléfono, tenía algunos correos del trabajo, pero no tenía, literalmente, la energía ni las ganas de responder a ellos.

— de todos modos, mañana ire a trabajar, puedo responderlos mañana — dejo el teléfono de nuevo en la mesa y se levantó al escuchar el timbre de su puerta.

Cuando abrió se encontró con la amable sonrisa de Mike. Ella inmediatamente lo abrazó al verlo y lo invitó a pasar. Pero el se negó.

— No puedo, vine de apuro, Reiner me entregó esto, me dijo que es tuyo y que ayer lo dejaste en la sala de conferencias mientras trabajaban, dijo que tampoco podía entregártelo mañana porque es su día libre — en sus manos, Mike sostenía una cartera pequeña.

— ¿Mi cartera?... No recuerdo haberla perdido... Incluso ayer compre algunas cosas — confundida tomo la cartera y le dio las gracias a Mike.

— Ya debo irme,  Nanaba esta preparando el almuerzo y me pidió que comprara unas cosas, te veo mañana en el trabajo — le acarició la cabeza para despedirse y luego de eso se retiró.

Eliza cerro la puerta e inmediatamente reviso la cartera, sus tarjetas, identificaciones y dinero completo estaba alli. Confundida corrió a buscar su bolso, realmente su cartera no estaba allí.

— Pero entonces... Como pague lo que compre... — trato de hacer memoria, se vió a si misma entrar a la tienda y pasar todo por la caja, y cuando iba a pagar llevo sus manos a sus bolsillos para buscar dinero — que raro... Casi nunca guardo el dinero allí.

Busco su ropa del día anterior y reviso los bolsillos, allí estaba el recibo de las comprar y un poco de dinero sobrante.

Entonces alzo sus hombros sin darle mucha más importancia y dejo la cartera dentro de su bolso.

— supongo que despues le agradeceré a Reiner por haberla encontrado — bostezó y decidió tomar una siesta, hace un tiempo no dormía por las tardes porque tenía insomnio por las noches, pero viendo que necesitaba recuperar su energía lo vio como una oportunidad perfecta.

Se fue a su cama y se abrió un poco, luego de encontrar la posición adecuada cerro sus ojos y se dispuso a descansar.

En su sueño se encontraba en la oficina, todo estaba silencioso a su al rededor, ella estaba en una silla, miro a su alrededor y no vió a nadie, cuando volvió su vista al frente, Reiner estaba al otro lado de la mesa, con un rostro serio.

Quiso hablar, pero no emitió ningún sonido, mostró una expresión confundida al ver a Reiner levantarse y acercarse a ella.

El también movía sus labios, articulando palabras, pero tampoco podía escuchar nada de lo que decía, intento explicarle moviendo sus manos y haciendo distintas señales con estas.

Lo siguiente que vió fue como Reiner se soltaba la corbata y se la quitaba, despues la tomaba de las manos y amarraba estas con dicha prenda. Los colores se le subieron a la cara y empezó a ver como desabrochaba los botones de su camisa. Y cuando estaba a punto de quitarse esta, despertó.

Ya era de noche, se despertó con la respiración agotada y sudando, confundida con el sueño que había tenido. Muchas ideas se le pasaron por la cabeza, pero no quería pensar aquello que mas resonaba. Una idea que le preocupaba de alguna manera.

 Una idea que le preocupaba de alguna manera

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ÍNCUBO - ERWIN SMITH X OC / LECTORA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora