V E I N T I C U A T R O

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La mañana fue sorprendentemente tranquila, no había mucho papeleo, ni datos que revisar, las cosas habían estado en orden, pero aún tenía que terminar su trabajo con Reiner, los datos ya estaban actualizados y podían continuar su reunión, y aquello la ponía nerviosa. No sabía si por si idea de que el podría ser un Incubo, o simplemente por qué su presencia le reflejaba una fuerte autoridad.

— Hola, Reiner, buenos días, ya tengo los datos actualizados para terminar nuestra presentación, ya es la próxima semana y debemos revisar todo — apoyo la carpeta con documentos en la mesa frente a la que estaba Reiner revisando también sus propios papeles.

— Bien, entonces sigamos desde donde lo habíamos dejado. — sonrió al verla y se levantó, se recogió las mangas de su camisa y encendió el proyectar, para hablar sobre los datos con más facilidad.

Mientras el hacía correcciones pequeñas sobre la información ella agregaba estos a sus apuntes y modificada la información que iban a presentar. Por fortuna aquella sesión de trabajo fue productiva y lograron terminar todo.

Ahora solo faltaba mostrar los datos a su jefe y saber si debían hacer alguna otra corrección o agregar más información.

— Bien, entonces ya que todo está listo, le llevaré la información a Erwin para que la revise — dijo Eliza luego de levantar sus cosas y tomar la memoria USB con su presentación.

— Te acompaño, también quiero saber que opina de nuestro trabajo — ella asintió con una sonrisa nerviosa y juntos luego de organizar el lugar se dirigieron a la oficina de Erwin.

Reiner tocó la puerta y luego de recibir una respuesta, abrió y entro junto a Eliza. Ambos saludaron con una reverencia al rubio y luego se acercaron para entregarle la USB.

— Gracias, la revisaré y les haré saber mis comentarios tan pronto como pueda —Eliza mostró una expresión desconcertada, ya estaba tan acostumbrada a la actitud amigable de Erwin que había olvidado por completo su faceta más sería.

— Claro, muchas gracias — iban a retirarse, pero Erwin les pidió que se quedaron un momento más. Eliza pudo sentir que aquello no podía ser nada bueno y miro con un rostro preocupado al de ojos azules.

Casi suplicándole que no hiciera nada estúpido o algo que los comprometiera en una situación inapropiada. Erwin le regreso una mirada que intentaba tranquilizarla.

— Ah, el ambiente se siente algo pesado, jaja... — Reiner se rasco la nuca y tiro un poco del nudo de su corbata.

— Hay una situación que me preocupa un poco — Erwin se levantó de su silla y empezó a revisar algunos de los libros que había en su estantería — y tiene que ver con ambos...

Tanto Eliza cómo Reiner compartieron una mirada confundida y de nervios, Eliza ya no sabía si esto se trataba del trabajo o de su sospecha de que Reiner fuera un incubo.

— ¿D-de que habla jefe? ¿Es sobre el trabajo o... O algo más? — Pregunto Eliza, alzando la mirada para ver las acciones de Erwin.

Este camino un poco por su oficina hasta ponerse detrás de ambos y sujetar a cada uno de ellos del hombro.

— Los dos están ocultando la verdad sobre asuntos muy delicados — Erwin le dió una mirada rápida a Eliza y le guiño el ojo, aparentemente tenía un plan. Esto tranquilizó un poco a la pelinegra.

— Realmente no se de que habla, jefe — algunas gotas de sudor empezaron a hacerse notorias en la frente de Reiner, y su respiración empezó a cambiar.

— Estoy seguro de que si, tu y yo sabemos muy bien de que estoy hablando, ¿No es así? — le apretó un poco el hombro y se inclinó para poder verlo con más cuidado.

ÍNCUBO - ERWIN SMITH X OC / LECTORA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora