El nuevo pasatiempo de mi novio son los streams.
Desde siempre buscó una forma más personal de llegar a sus seguidores sin tener que realizar conferencias o grandes eventos. Por suerte le está yendo bien en la plataforma; el chat es muy cooperativo en cada directo, hizo nuevas amistades con otras figuras de twich, se divierte y le sirve para distraerse de su exigente vida futbolística.
Lo que me rompe las pelotas es que se la pase hablandole a la cámara y no me de ni siquiera un minuto de atención.
Sus entrenamientos lo ocupan toda la semana y aunque conviva con él en las mañanas, no es suficiente.
—¿Todo bien, Nico?—Preguntó Lean del otro lado de la pantalla.
Yo suspiré, recargandome en el marco de la puerta, mirandolo hasta que sus ojos se encuentren con los míos.
—Sí, sí. Todo bien por acá.—Contestó mi novio, mostrando una amplia sonrisa.—¿Empezamos a jugar nomás?
Bufé y blanquee mis ojos, cansada de que se repita la misma situación cada vez que logra hacerse un tiempo para estar en casa.
—Amor...—Lo interrumpí, llamandolo con un tono de voz algo alto. Él me miró con las cejas alzadas y quitó uno de sus auriculares, elevando un poco su cabeza. Me topé con sus ojitos brillantes y sus lindos cachetes rosados. Mi corazón se aceleró.—¿Vas a demorar?
—Chicos.—Habló.—¿Cuánto tiempo estaremos en el Among Us?
Nico relamió sus labios y sus dedos se deslizaron por el teclado y el mouse, consiguiendo que los músculos en sus antebrazos se contraigan por la acción. Mi mente voló en miles de escenarios.
—Mi amor, dicen que no mucho.—Confirmó su respuesta, dedicandome una tierna sonrisa de labios cerrados.
Asentí y decidí sentarme en uno de los pufs que tiene en esa habitación, justo en una de las esquinas.
Me quedé escuchandolo mientras navegaba en mis redes sociales y acariciaba a los perros que llegaron repentinamente a llenarme de amor.En ocasiones, mi mirada viajaba a su perfil, perdiendome en varias ocasiones por sus carcajadas, sus brazos flexionados, sus piernas inquietas, su ceño fruncido y mandíbula tensa. El cuerpo se le nota más tonificado que antes y no puedo resistirme a la tentación de meter mi cabeza entre sus grandes muslos y chuparle toda la pija.
—¿No está todo re tranquilo?—Quiso saber Ota.—¡AH! ¡QUE CULIAO!
—¿Nico?—Preguntó Lautaro y Nico se tapó la cara, aguantandose la risa.—Che, me parecen que lo mataron.
—Se supone que teníamos que silenciarnos.—Renegó mi novio.—No se puede así.
—No te pongás estricto, che. Paciencia con el vejestorio.—Lean opinó entre risas.—Reporten el cuerpo dale.
—Vos también sos casi treintón, boludo. ¿Qué decís tío?—Refunfuñó el Kun.
—Yendoooo.—Continuó Lau, escuchando las quejas de todos los jugadores.—Ah, pará. ¿Cómo reporto?
—Maaa, cómo se desconocen en gran hermano.—Respondió el Papu.—Dejá Torito, yo aviso, vos dedicate a no morir.
—Vaaaa.
Sonreí, negando con la cabeza cuando Nico se quitó los auriculares, indignado, para hacerme escuchar por los parlantes la "pelea" de los chicos. Cuando todos comenzaron una nueva partida, los volvió a conectar.
No estuve pendiente del tiempo hasta que me quedé sin entretenimiento. Nico volvió a su búrbuja, nuestros hijos se habían fugado de mi lado para dormir y mi instagram no hacía nada más que mostrarme publicaciones de ropa o tips "deportivos".
ESTÁS LEYENDO
LA SCALONETA | One Shots
DiversosCortas historias de vos con los chicos de la Selección Argentina. ↺Fem reader! ↺Totalmente ficticio. ↺Contenido +18. ↺No hacer copias ni adaptaciones sin permiso.