! ׅ࣪ my bf is a pornstar ׅ ࣪ nomin ✶ ~ ࣪ ׅ

Ꮺ ָ࣪ capítulo O6 | broken 𓂃

No tengo idea de cuántas veces compré ositos de goma ácidos, cuántas veces revisé mí calendario para ver cuándo se publicaría el Jenocam Edición Londres, ni cuántas veces espié el perfil de Jeno... Y el de Renjun.

Me estoy volviendo loco, totalmente loco. No entiendo qué me pasa.

He pasado gran parte de mi vida sin Jeno, sabiendo que tiene sexo a diario, con gente que vale mucho más la pena que yo; desde que es mi novio, no hice más que disfrutarlo.

¿Por qué lo quiero tanto ahora? Porque está lejos, y con alguien más.

Joder, he sido tan insistente con mi maldito espacio, que ahora que lo respeta, quiero que rompa la regla.

Pero no es eso; pues sé bien que, si lo digo en voz alta, Jeongin me dirá que soy un bebé tierno, extrañando a mi novio.

Pero no lo soy.

Sólo quiero que esté aquí para demostrar que me quiere a mí y no a Renjun.

Soy un imbécil, y es duro, porque él ni siquiera sabe que pienso esto, y me envía mensajes todos los días y cada que puede. El último era algo como "no pienso mandarte fotos de los regalos, pues es sorpresa y no entran todos en una sola."

¿Por qué?

¿Por qué está conmigo?

Las lágrimas amenazaban con que querían salir.

Estaba totalmente consciente de que los celos eran lo único que estaba sintiendo; y no era nada que lo hiciera feliz.

Ni siquiera pensaba en las jodidas escenas.

Lo peor de todo, es que sabía que Jeno lo amaba a él, a él y a nadie más.

Que odiaba a Renjun para seguirle el juego, porque en verdad sabe que se llevan bien.

Y que ante todo lo elegiría, porque ese es Jeno; un ángel que estaba colgado por él, un imbécil.

–En fin, le dije que no me hable hasta que termine la trilogía de Grey. – Suspiró Jeongin. –Aunque me gustaría que la viéramos juntos.

–Creí que no te gustaba la sumisión. – Bajó su mirada a sus zapatos, para que su voz no suene del todo rota.

–Y la odio. Pero tal vez le den ganas de besarme si la ve. – Rio. –Ya me voy; oye, quedan pocos días, sé fuerte.

Se acercó a él, tomó su mejilla para levantar su mirada y depositó un beso en su frente. Luego lo despeinó un poco.

Jeongin caminó por toda la sala hasta el ascensor, donde terminó de dejar a Jaemin solo.

Le hubiese dejado quedarse a dormir, y contarle absolutamente todo lo que pasaba por su mente.

Pero siempre que tenía esa clase de problemas, recurría a él; de alguna u otra manera, su relación y básicamente toda su vida, era sostenida por los consejos de Jeongin.

¿Podía decidir él esta vez?

Su teléfono comenzó a sonar.

Y como desesperado, se lanzó a ver si era Jeno. Acaba de darse cuenta de que no le ha dicho te amo en esa semana y media que lleva en Londres.

Pero era Mark.

–¿Hyung? – Intentó sonar normal, y no totalmente destrozado.

–Nana, estás libre, ¿no? Ven a la oficina, necesito hablarte.

–Está bien, nos vemos. – Colgó la llamada, y se dejó caer al suelo.

Sé fuerte.

El sofá no era tan alto como para golpearse, pero aun así ningún dolor físico igualaría el martirio que llevaba dentro.