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Ꮺ ָ࣪ capítulo 16 | freedom pt. 2 𓂃

Un ritmo que se le hacía conocido, tal vez uno de uso gratuito.

Una voz que se le hacía aún más conocida, por supuesto, esforzándola y provocando un tono grave.

Probablemente el estribillo, tenía que serlo; era pegajoso y tenía mucho estilo.

El chico dentro bufó y lo apagó, negando varias veces.

–¿Qué haces? – Haechan rompió el silencio, desde el marco de la puerta. –Suena genial.

–No, Haechan; le falta estilo. – Chenle se quitó la gorra. –Necesito ayuda.

–Oh, bueno... Puedo ayudarte.

–Gracias. – Rio. –Pero ¿qué sabes de producción?

–Mucho. Solía trabajar en pequeños proyectos, pero a falta de dinero, trabajé de portero, luego conocí a Jeno y así. – Tomó asiento junto a él. –Cuéntame.

–Bien... Bien, es un proyecto que hemos trabajado con Kun, muy duro. – Le entregó una hoja. –Pero sentimos que le falta algo. Y no tenemos idea qué es.

–Lo descubriremos. – Le sonrió.

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Pasos fuertes, y lentos.

Su camiseta levantándose de vez en cuando, sus piernas dolían un poco, pero su mente estaba dispersa; volando.

Había muchas situaciones que estresaban a Mark fácilmente; pero una sola que acababa con todas.

Bailar.

Desde pequeño, cuando aún estaba su madre, le enseñó que el trastorno de ansiedad es algo diferente en cada persona; pero la solución suele ser la misma, encontrar un punto fijo y apoderarse de él.

Encontrar algo con lo que se sienta cómodo, donde nadie más lo moleste ni pueda hacerle caer.

Pero con el tiempo, ya no sólo bailaba para relajarse, sino por gusto y pasión.

Tal vez olvidó decirle a Haechan que fue un backup dancer de BTS. Cosas que pasan.

En fin, la puerta abriéndose y una mujer entrando por ella, llegó a sorprenderlo.

Intentó evitar un paro cardíaco, y se detuvo lentamente; jadeando, apagó la música.

–¿Puedo ayudarla? Aún no terminó mi reserva.

–Eeh, no soy de SM, disculpe. – Corrió un mechón de su rostro. –En serio quería hablarle, señor Lee. Soy amiga de Winter, ella dijo... Dijo que estaría aquí.

–¿Winter? Dime Minhyung, por favor. El señor Lee ya no existe. – Tomó una botella de agua. –¿Qué necesita, señorita...?

–Yoo. Seré directa; he visto a Jeno y Jaemin en la fiesta de jóvenes, hace unas semanas, honestamente no podía creer que eran ellos, así que, vengo a usted para hacer un trato.

–Usted y sus fotos pueden llegar a dónde quieran. No le negaré que ganará mucho dinero, pero será una manera tan mediocre, señorita Yoo. – Suspiró. –Estoy cansado de las amenazas. ¿Para quién trabajas? ¿Dispatch? De todas formas, no me importa. Si no tiene algo mejor que hacer con su vida, puede irse, estaba ocupado.

La joven suspiró sobre sí, bajando un poco su mirada, totalmente apenada.

No sólo porque Minhyung se veía un poco guapo en persona, un poco...