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Ꮺ ָ࣪ capítulo 17 | happier 𓂃

-Has estado raro, y con rostro de pocos amigos y ganas de matar a alguien. - Haechan conducía, ya el jueves por la mañana.

-Estoy bien. - Cruzó sus brazos. -¿Dónde estamos yendo?

-Hoy es la primera sesión con Kun.

-Ja. - Rio. -Qué lindo. ¿No te parece hermoso, Hae?

-Hermoso será el puño que te daré si no me dices qué te pasa. - Frenaron en un semáforo. -¿Qué tienes?

-Hambre.

Haechan volvió su vista al camino, y seguía preguntándose cómo es que descubría mil lados diferentes de Jeno, todos los malditos días.

El mismo decidió permanecer callado, viendo un poco de la ciudad que se sabía de memoria, por la ventana.

No podía evitar pensar en cómo se fue de la casa sin decir nada, dejando a Jaemin enojado y solo.

Tampoco podía pensar en que estaba saliendo con Kun. Y todo just in front of his salad.

No tardaron tanto en llegar al edificio, y mentalmente, se iba preparando a cómo recibir de nuevo al chico que le había caído bien.

Caminó junto a su seguridad en el interior, pasaron un par de controles de ingreso y luego a la primera sala.

Haechan como su trabajo lo indicaba, se quedó en la puerta.

-Hey, llegaste. - Kun se acercó desde los vestidores. -Tienes que elegir un atuendo.

Asintió y siguió de largo.

Agradecía ser lo suficientemente razonable, como para darse cuenta de que nada de lo que se enteró era malo, que Kun es un buen chico, y seguramente se merecía más a Jaemin que él.

Entró al vestidor, vio distintas prendas bonitas, de las que a él le gustaban. Comenzó a desvestirse, intentando centrar su mente en su trabajo.

Pero no podía.

Sinceramente no podía.

Una película de todos los momentos que vivió con su mejor amigo desde que eran unos adolescentes se mostraba en toda su cabeza. Cuando se conocieron, cuando salían, reían, la primer y única vez que lloraron juntos; en resumen, toda su vida junto a Jaemin.

Por más que no se lleven muchos años, verlo crecer, verlo soñar, hasta recuerda lo feliz que se sintió cuando le regalaron su primer cámara.

Esos sentimientos se apoderaban de él, justo en ese momento.

El impulso de soportar era grande, pero sus lágrimas aún más.

Comenzó a llorar como nunca lo había hecho, como si una parte de sí moría y se desprendía de a poco.

Su mejor amigo, su todo, tenía novio, le gustaba alguien, y por más que le duela el alma admitirlo, no era él.

Kun se encontraba esperando, y como ya pasaron unos minutos y el equipo de fotógrafos estaban esperando, se acercó a la puerta.

Todo su cuerpo se erizó al escuchar sollozos, y en serio no sabía cómo reaccionar.

Lo primero que su cerebro le indicó era disimuladamente, correr por Haechan; la única persona cercana a Jeno en ese momento presente.

-¿Pasó algo? - Preguntó algo sorprendido.

Tienes que venir. - Susurró haciéndole señas.

Una vez frente a la puerta, Haechan no terminaba de entender. Kun se alejó y no tuvo otra cosa que hacer, más que entrar.