Nueve

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—Oh Dios mío, el tipo de la moto.

Gain se sorprendió cuando vio entrar a Jungkook; Taehyung en cambio rió internamente considerando que era el único aparte de Haerin, en saber el verdadero rol que Jungkook jugaba ahí.

Pero no podía gritar a los cuatro vientos que era el terapeuta de su hermana, disfrutaba en cambio ver a Seokjin arder creyendo que se trataba de uno de sus amantes cuando era totalmente mentira, pero no los sacaría del error, no cuando ni la misma Haerin lo ha hecho.

Sin embargo, la idea de una posible aventura entre los dos para Taehyung no era lejana, ambos tenían muchas afinidades: entre ellos los niños que aparentemente eran grandes amigos y no faltaba omitir ese terrible carácter que Jungkook y Haerin poseían, aunque en el fondo eran personas de buen corazón, a pesar de ello, la sociedad los veía como dos hijos de puta que amaban hacerles la vida imposible a otros, pero era parte de su naturaleza cuestionar las acciones de los demás y encontrar siempre una manera de jugar con eso cuando habían injusticias de por medio.

Y por si fuera poco, compartían la misma fecha de nacimiento, terrible.

Jungkook llegó con las manos ocupadas, en una su pequeña hija lo sostenía y en la otra un postre.

Seokjin se encontraba en las habitaciones de los gemelos jugando algunos videojuegos, hizo aquello desde que escuchó la llegada de Taehyung y su esposa, así que a todas luces estaba tratando evitar contacto con el hermano de su esposa, pero cuando escucharon la llegada de Jungkook y su hija, los gemelos saltaron emocionados porque su amiga Boyoung estaba en casa y eso significaba una tarde divertida.

Seokjin no tuvo más remedio que ir tras sus hijos y lo primero que sus ojos buscaron fueron a Jungkook, así que inconscientemente le lanzó una mirada de advertencia y sin opciones a su alcance se acercó a recibir al invitado de manera forzosa.

Taehyung al ver el momento tan épico, no dudó en echarse a reír, así que Gain le propició un buen golpe tratando de apaciguar la burla de su esposo antes de que se desatara la tercera guerra mundial mientras Haerin llegaba a controlar la situación.

—Jungkook, es un... gusto. Hae, cariño de saber que vendría hubiese invitado a Lea.—Seokjin rodeó los hombros de Haerin como si de su posesión más valiosa se tratara. Jungkook y Haerin solo intercambiaron miradas incómodas por los comentarios de mal gusto que Seokjin lanzó, pues ambos entendieron el sentido y las intenciones a las cuales quería llegar.

Lea, Lea Miller. La novia en turno de Seokjin.

Incluso, la irreverencia de Seokjin llenó de incomodidad a Taehyung, quien lo consideró ya como una falta de respeto a su hermana.

Ese remedio de imbecil.

—Taehyung.—Gain lo calmó.

—Pondré esto en la cocina.—Jungkook trató de ignorar el ambiente tan hostil que Seokjin ocasionó, pero fue inevitable que su desagrado por el esposo de su amiga no fuese evidente, que Haerin tuvo que salir en busca de Jungkook.

—Suéltame.—Haerin sentenció antes de desaparecer del radar de Seokijin.

—Voy a romperle ese bonito rostro que tiene.—advirtió Jungkook.—Literalmente te gritó en la cara que tiene una amante.

—Como si fuera la primera vez que lo hace.

—Si piensa que somos unos malditos infieles como él, está perfectamente equivocado.

—A este punto de nuestra nefasta relación, me viene importando muy poco lo que piense de mi. Vamos Jungkook, no le des el gusto de arruinarnos la noche.

The Good VillainDonde viven las historias. Descúbrelo ahora