Capítulo 6

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El moreno al ver que los chicos ya no los perseguían se detuvo para tomar un descanso, su frente estaba llena de sudor y su corazón no paraba de latir con rapidez por el cansancio. La chica estaba igual, le dolían los pies por haber corrido tanto tiempo, también era porque usaba zapatillas con el tacón un poco alto, pudo correr sin caerse o tropezarse ya que estaba algo grueso.

---Muchas gracias---Empezó la rubia mirandolo---En serio te agradezco de que me aigas salvado la vida de ese enfermo---

---No hay de que---Respondió el moreno---Perdona si el lunático de mi hermanastro te aiga querido hacer daño---

---¿Ese tipo es tu hermanastro?---Preguntó la mujer asombrada---

---Si---Asintió---Y digamos que no está nada contento con todo esto, yo tampoco lo estoy---

---Lo siento mucho, no lo sabia---Se disculpo agachando la cabeza avergonzada---

---No te preocupes---Mira su reloj---Será mejor que regreses a tu casa, estoy seguro que no me va a recibir con los brazos abiertos---Dijo kakuzu sin preocuparle nada encogiendo sus hombros---

---De verdad muchas gracias---Volvió a agradecer la chica---Te debo la vida---

---No es necesario que me devuelvas el favor---Negó con su cabeza mientras metía sus manos a sus bolsillos---Así está bien---

---¿Estas seguro?---Preguntó dudosa---

---Sí---Respondió el moreno---

Ante esa respuesta la chica sonrio, se despidió de kakuzu y se fue a su casa. El moreno camino entre las calles pensando en lo grosero y cruel que era Hidan. Se imaginaba la paliza que le daría cuando regresara a su casa, ante esa imaginación no pudo evitar sonreir de burla, ¿Quien se creía para manipularlo? Tenía planeado ignorarlo e ir a su habitación cerrandole la puerta en la cara.

Le causaba gracia de tan sólo pensarlo, así que no perdió ni un segundo más y se encaminó bastante tranquilo. No tenía prisa.

Narra kakuzu

Llegué a mi casa y lo primero que hice fue abrir la puerta, entré como si nada, sin ninguna preocupación, ya eran como las 3 de la tarde y no había nadie, miré por todos lados sin tener ni una sola vista del idiota ese. Cerré la puerta detrás de mi, me dirigí hacia mi cuarto sin imaginar lo que me esperaba más adelante. De manera inesperada el tipo con el nombre Hidan se apareció frente a mi abalanzandose provocando que cayera al duro y frío suelo, se subió encima de mi y comenzó a apretar mi cuello con sus manos maldiciendo un par de cosas en voz alta.

Yo como era más alto y fuerte que él no tuve ninguna dificultad para quitarmelo de encima, lo sujete de los brazos apartandolo de mi, lo avente hacia el sillón sin tener ni un poco de remordimiento, vi como su cuerpo rebotó ante el choque y termino cayendo de hombros para atras. No pude evitar soltar una pequeña risa ante eso, se lo merecia de todas formas.

---¡¿De que te ries?! ¡Hijo de puta!---Soltó el albino levantándose super molesto---

---De lo idiota que eres---Respondió Kakuzu con burla y se dio la vuelta dirigiéndose a  su cuarto---

El albino al ver que se iba se enfureció más y agarró a kakuzu del brazo con fuerza deteniéndolo

---¡¿Quien te dijo que te fueras?!---Preguntó mirandolo con odio---

---¿Acaso tengo que pedirte permiso para irme?---Preguntó Kakuzu sarcasticamente---

---Te mataré---Amenazó Hidan---¡Nunca debiste meterte conmigo---

---¿Crees que te tengo miedo?---Preguntó mirandolo sombrío---No eres más que un mocoso malcriado y problemático---

Hidan al escuchar eso frunció el ceño y agarró a kakuzu del pecho de la ropa acercandolo a su cara.

---Atrévete a volver a decirlo---Retó---Me encantaría oírlo---

Narro yo

El moreno no sintió ni una pizca de miedo ante la pequeña amenaza del peliplata, sin dejar esa mirada sombría se acerco un poco más a Hidan, estuvo a punto de repetir lo que le había dicho, pero fue interrumpido por el sonido de la puerta abrirse. Ambos voltearon sus miradas hacia dicho lugar encontrándose con las miradas de asombro y confusión de los padres.

---¿Qué están haciendo?---Preguntó el padre mirando serio a su hijo---¿Acaso están peleando?---

El moreno no dijo nada y trató de quitar la mano de Hidan de su pecho, pero este lo apretó más mirandolo serio.

---Hidan---Amenazó la madre de este mirandolo seria---

El albino solo rodó los ojos con fastidio y soltó al moreno de mala gana, se dirigió a la puerta dispuesto a irse pero su madre lo sujeto del brazo.

---Cariño, tienes que conocer tu cuarto nuevo---Dijo la mujer actuando feliz y amigable---Dormirás con tu nuevo hermano---

Hidan y kakuzu al escuchar eso sintieron la piel como gallina mientras abrían los ojos como platos, ¿Dormir juntos? Tenía que ser una broma de mal gusto?

---¡No quiero!---Negó el albino molesto---¡Prefiero mil veces dormir en la calle que con este imbecil!---Termina de hablar señalando al moreno con su pulgar---

---En primer lugar, "este imbecil" tiene su nombre---Dijo kakuzu mirandolo fastidiado---Y segunda, por primera vez estoy de acuerdo contigo---

---Me vale una mierda tu nombre y a nadie le importa tu opinion---Dijo Hidan sacando su lengua---

---¿Y crees que a la tuya si?---Preguntó kakuzu con burla apretando su lengua con sus dedos---

El albino hizo un quejido de dolor y sin pensarlo dos veces mordió los dedos de kakuzu, este grito de dolor y apartó sus dedos de su boca.

---¡Imbecil!---Grito Hidan limpiando su lengua---

---Lo mismo digo---Respondió Kakuzu limpiando la poca sangre que tenía en su dedo---

---¡Calmense los dos!---Ordenó el padre llamando la atención de los dos---Ambos dormirán en el mismo cuarto les guste o no, tienen que aprender a llevarse bien. Ahora quiero que los se vallan ahora mismo al cuarto---

---¡Ja!---Se burló Hidan enseñándo el dedo de en medio---¿Y quien te crees tú para decirme que hacer?---

Kakuzu al escuchar esas palabras se molesto tanto que le dio un fuerte golpe al peliplata, provocando que cayera en el sofá.

---¡A él lo respetas!---Grito el moreno---¡¿Me oiste?!---

---Esta vez no te la dejaré pasar---

Al momento en que Hidan terminará de decir eso se abalanzó contra kakuzu tirandolo al suelo, empezaron una guerra de puros golpes. El religioso con toda la ira que sentía golpeaba cada parte el cuerpo del moreno, mientras que este trataba de agarrarle los brazos para poder apartarlo.

El padre entro en pánico y se acerco para apartar a ambos hombres que se estaban matando entre si, mientras que la mujer solo se quedó parada en el mismo lugar viendo la escena, en su cara se podía notar con claridad que no le importaba para nada lo que ocurría en frente de ella.

Después de varios minutos el padre por fin pudo separarlos de su guerra de muerte, kakuzu tenía un pequeño corte en su labio, mientras que Hidan solo tenia la mejilla roja y unos cuantos rasguños en su cara y cuello.

El padre muy enojado los agarró de las orejas a los dos obligándolos a levantarse y los comenzó a jalar hacia el cuarto.

---¡Están castigados los dos! ¡No saldrán hasta mañana!---Castigó el padre con furia---¡Y si vuelven a pelearse los dejaré encerrados por el resto de sus vidas!---

---Sí papá---Dijo kakuzu sintiendo escalofríos por todo su cuerpo mientras sobaba su oreja---*Ni loco voy a pasar el resto de mi vida encerrado con este lunatico*---Pensó frustrado---

---¡Escúchame bien viejo de mierda!---Reclamo Hidan acercándose al hombre furioso---¡A mi n---Interrumpido---

El hombre sin tener nada de piedad le cerró la puerta en la cara al religioso callandolo por completo, antes de que se fuera le puso llave a la puerta para estar completamente seguro de que no salieran del cuarto.

Hidan no paraba de patear y golpear la puerta gritando como un loco, mientras que el moreno no paraba de carcajearse por lo que acababa de ver, se lo merecia definitivamente.

Kakuhidan~Me enamoré de mi hermanastro~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora