Kakuhidan~Me enamoré de mi hermanastro~

Capítulo 55

Cuando Itachi había llegado le dio una última mirada a su celular para verificar exactamente donde se encontraba el albino, grande fue su asombro al notar que se encontraba en el hospital, lo que lo llevo a muchas preguntas en su cabeza: ¿Se encontraban bien? ¿Aquel sujeto les había hecho daño? ¿Cómo había logrado escapar? Todo eso sería interrogado por el azabache.

Apretó el acelerador y partió hacia el hospital, podía jurar que casi llegaba a chocarse con otros vehículos o incluso pudo haber atropellado a alguien, pero se trataba de Itachi, podía manejar su motocicleta a la perfección y así nadie saldría herido.

Le tomo poco tiempo en llegar, estaciono su vehículo a lo rápido y se adentro al lugar, fue ahí donde saco su celular y Preguntó por el paradero del albino de dicha imagen, al ya tener la respuesta partió rápidamente hacia la dirección recién dicha.

Sin siquiera detenerse a tocar abrió la puerta y entro de golpe esperando ver a sus amigos sanos y salvo, pero termino chocando contra el cuerpo de una persona grande, alzó la mirada apenado por su irrespetuoso acto.

---Lo siento mucho, no fue a propósito---Se disculpo el Uchiha con la mirada preocupante por el contrario---

Fue ahí donde Itachi se había percatado que la persona con quien había chocado se trataba del mismo chico de la última vez, el amigo de Kakuzu, el que había salido corriendo la vez que estuvo en el hospital.

---Kisame, ¿Cierto?---Preguntó con una pequeña sonrisa algo incomoda, otra vez se encontraba con él y esperaba que por lo menos no saliera huyendo otra vez, pero al final se equivoco---

El tiburón al tener de repente el cuerpo del pelinegro cerca del suyo por un brusco toque hizo que su corazón latiera con fuerza, no tardaron en subirle los colores de golpe, con sus manos temblorosas aparto al uchiha y salió corriendo de ahí.

---¡Nos vemos, Kakuzu!---Se despidió con un grito el peliazul a pesar de la regla de silencio del hospital---

El azabache se le quedo mirando al mayor como se marchaba, ¿cuando iba a haber un día en el que el tiburón no saliera corriendo por él? Ni siquiera sabía exactamente porque lo hacía, ese problema lo resolvería más adelante, ahora su única preocupación eran sus amigos.

---¿Itachi?---Se escucho la voz del albino desde adentro del cuarto---

El mencionado volteo su mirada hacia el interior de la habitación, percatandose que ahí se encontraba su amigo sentado en la camilla y con la pierna vendada, al ver esto de inmediato se acerco hacia el menor atacandolo con millones de preguntas.

---¿Cómo te encuentras? ¿Qué fue lo que te paso? ¿Cómo lograron escapar? ¿Dónde está Deidara? ¿Esta bien? ¡Responde ahora mismo!---Exigió el Uchiha agarrando al albino de lo hombros y reclamando por tener respuestas---

---Oye tranquilo, una pregunta a la vez, estoy bien---Fue lo único que dijo el de ojos rosados ante la inquietud de su amigo---

---Dudo mucho que estés bien, tu solo te lastimaste la pierna---Se alcanzó a escuchar la voz de Kakuzu desde el marco de la puerta, Hidan al escucharlo puso una expresión de molestia y le saco el dedo del medio---¡Pudrete!---

El moreno como respuesta solo se encogió de hombros sin darle importancia, el azabache al verlo se acerco a él.

---Quiero que me den todos los detalles, ahora---Exigió este con expresión sería, el moreno no tenía nada en contra de eso, pero el albino se negaba a responder---Hidan---Lo nombró amenazante, el menor no le afecto aquel gesto y solo se cruzó de brazos desviando la mirada---

El uchiha ante eso dio un suspiro pesado y dirigió su atención al castaño, esperando a que este si le contará todo lo que pasaron. El mayor al captar esto comenzó a relatar todo lo que sucedió cuando había salió corriendo del hospital por su llamada alterada, mientras que el pelinegro escuchaba e iba anotando uno que otro detalle de lo sucedió de hace unos días.