Capítulo 39

78 10 0
                                    

La mañana ya había llegado, la familia ya se encontraba en el auto, listos para el paseo, Kakuzu no dejaba de quitar la mirada hacia la mujer, viendo lo alegre que parecía, solo era una sospecha por parte de Deidara de que ella tenía un amante, no estaba realmente seguro, desde ese día vigilaría cada movimiento que ella hiciera.

---¿Pasa algo? Kakuzu---Preguntó la mujer dándole una sonrisa amable---

---Nada, solo quería preguntarle si en su trabajo pudiera ayudar en algo, como el restaurante se incendio no podré trabajar por un tiempo---Mintió el castaño esperando el siguiente ataque por parte de la contraria---

Kakuzu no sabía mucho sobre el trabajo de su madrastra, ¿en serio se iba a trabajar o iba a verse con su amante? Nunca antes lo había visto en que lugar trabajaba, solo había escuchado de el.

---Oh, como lo siento, cariño---Respondió la albina disimulando estar apenada---Pero por el momento no necesitamos personas---Mintió lo más amable que podia aparentar---

---*Tal y como me lo imaginaba, se nego completamente, así que no quiere que yo valla a donde sea que trabaje*---Pensó seriamente, mientras no quitaba su mirada feliz y comprensiva---No se preocupe, lo entiendo---

Kakuzu quería saber más, pero no podía arriesgarse a que la mujer supiera que ya sabía una parte de su verdad, tenía que mantenerlo muy bien guardado. Mientras tanto, el padre al ver que ya todo estaba listo llamo a un taxi y se subieron en el. El viaje iba en total silencio, la albina se encontraba tomándose fotos, según ella como "recuerdos", por otro lado, ambos hombres iban algo inquietos, al estar en esa escena les recordaba el accidente que tuvieron hace unos meses, el moreno cada vez que veía el cristal apartaba rápidamente la mirada, después de todo, fue lo que provocó las marcas en su cuerpo.

---Kakuzu, estamos conviviendo en familia, ¿por que sigues teniendo eso puesto?---Preguntó curiosa la mujer, refiriéndose al gorro y cubrebocas---

Desde la otra vez que el moreno había atendido a la albina en el restaurante comenzó a utilizar esa tela en su cabeza para no disgustar a los clientes por su largo cabello, solo se lo quitaba cuando llegaba a su casa, pero el cubrebocas nunca, desde que Hidan se fue de ahí solo se lo quitaba para dormir.

---Ah.... Pues....----Habló el moreno nervioso, pensando que respuesta darle---

---El choque que sufrimos hace unos meses le provocó una grandes heridas que a fuerza tuvieron que cocerlas, desde ese entonces se niega a quitárselo---Respondió el padre al ver el estado de su hijo---

---¿Cocer sus heridas?---Repitió la mujer sorprendida mirando a su hijastro---

---¡Papá! ¡No le digas eso!---Habló alterado el de ojos verdes, no tenía ni la más mínima idea de lo que acababa de hacer---

---¿Qué tiene de malo? Es tu madrastra y tiene derecho a saberlo---Comentó el padre confundido por su reacción---

---No.... Bueno, si pero....---El castaño se había quedado sin palabras, "¿Qué tenía de malo eso?" ¡Demasiado! Si su padre tan solo supiera la verdad de aquella mujer nunca hubiera dicho esas palabras---

---Obviamente te va a apoyar, ¿Verdad, July?---Preguntó mirándo a la mujer con seguridad, como él era otro hombre más que había caído en sus engaños no tenía idea de nada---

---Claro que sí, Kakuzu---Mintió ella con una voz dulce, tocando su hombro indicándole comprensión---No te preocupes con ocultar tus cicatrices, no te juzgaré---

El moreno ya conocía esa parte, otra vez estaba fingiendo ser la buena del cuento, así que solo tenia que seguirle el juego, ya cuando estuvieran a solas sin su padre cerca la enfrentaría.

Kakuhidan~Me enamoré de mi hermanastro~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora