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Era otoño y hacía muchísimo frió, el cabello de Pedri se movía violentamente a causa de la brisa y las hojas secas de los árboles caían por montones al suelo. Hace más de dos horas estaba afuera tomando unas fotos para su nuevo álbum y no podía estar más incómodo e irritado.

— Gavira, traele un café a Pedro. — Ansu, luciendo casi igual de irritado que Pedro pero manteniendo la calma, ordenó al ahora castaño claro, quién salió corriendo en busca de la bebida caliente.

El chico llevaba unas semanas haciendo su trabajo de "asistente" pero tenía a todos encantados, incluyendo a Pedro. El futbolista se la pasaba observando al distraído asistente y compañero, y cuando esté le pasaba el café, rozaba sus manos y podía sentir la suave piel de Gavira. Era el más puro paraíso para el castaño.

— A-Aqui tienes tu café, Señor Pedro — Susurró tímidamente pero a la vez divertido mientras le tendía el vaso al futbolista mayor, quién lo recibió con una amplia y tonta sonrisa que Gavi no pudo ver porque sus ojos estaban clavados en las ojos secas esparcidas alrededor de sus pies.

— Te he dicho muchas veces que ya no me digas así, Pablito, me haces sentir viejo. — Bromeó un poco, recibiendo una sonrisa tímida pero extremadamente brillante por parte de Gavi.

Habían muchas personas que lo adoraban y podía estar cerca de Pedro. Cuando Gavi tenía doce años, había sido transferido de intercambio por un año en Madrid, dónde conoció a Pedro, y cayó instantáneamente por él, y después de hacerse ido no había podido verlo hasta que su amigo Ansu le habló sobre el.

Se alejo de Pedro cuando se dio cuenta que este ya no necesitaba de él y se posicionó un poco distanciado de todo el alboroto que había de sus compañeros, una ráfaga de brisa azotó el lugar, haciendo que Gavi se estremeciera pues solo iba cubierto con un suéter azul con gris y realmente estaba haciendo mucho frío. Se abrazó a si mismo, tratando de mantener el calor pero una enorme tela suave y abrigada lo cubrió, y un ligero olor a tierra húmeda y menta también.

— ¿Por qué no tienes un abrigo apropiado? — La voz de Lewandowski hizo que se sobresaltada ligeramente, pero enseguida se dió la vuelta y se lanzó a los brazos de su amigo.

— ¡Lewy! — Gavi exclamó totalmente feliz, hace algún tiempo no había podido ver a su amigo ya que este estaba demasiado ocupado con los partidos y entrenamientos. — ¿Que te trae por aquí, Lewy? No sabés cuánto te he extrañado — Dijo el menor separándose del castaño, acomodando el abrigo que el mayor le había puesto sobre sus hombros.

— ¿Acaso ya no puedo venir a ver a mí pequeño bebé? — Puso las manos sobre sus caderas cómo una madre cuestionando a su hijo y levanto una ceja mientras sonreía, haciendo que Gavi soltara una sonora carcajada.

A pocos metros de ellos, Pedro los observaba con el ceño fruncido, tratando de entender porque Lewan no dejaba de tocar a SU chico de los cafés y este se dejaba. ¿Desde cuándo Gavi y Lewan se habían vuelto tan cercanos? ¿Por qué Gavi se veía tan cómodo al lado suyo?, Le entrego el café a Ansu quién se encontraba cerca de él y de acercó cautelosamente a ambos, necesitaba tomar acción antes de que se fuera de sus manos.

— ¡Lewan! — Exclamó, Gavi rápidamente dejo de reír y se encogió en si mismo. Pedro noto la actitud incómoda de Gavi y discretamente pasó sus manos por la cintura de Gavi para lograr la incomodidad en él.

— ¡Pedro, amigo mío! — Lewandowski lucía feliz, la sonrisa de sus labios no se borraba y constantemente miraba al castaño claro entre los brazos de Pedro — Veo que Gavira te ha agradado mucho~ — Canturreó mientras miraba las manos del mayor sobre la cintura del menor.

— Si, Pablo es un chico bastante adorable, estoy pensando seriamente en llevármelo a casa.

Las mejillas del mencionado se cubrieron de un rojo bastante brillante y sin darse cuenta de apegó al hombro de Pedro, quién sonrió ampliamente y lo acerco más a su cuerpo a la par que conversaba animadamente con Lewan, quién pareció haber entendido las acciones de Pedro y se despidió de ellos, sonriendo enormemente al mencionado y guiñandole un ojo a Gavi.

— ¿Te parece tomar un poco de chocolate caliente, Pablo? — Pedro sonrió y acarició el cuerpo esbelto de Gavi por encima del enorme abrigo. El menor asintió sonrojado y salió corriendo de los brazos del mayor para ir en busca del chocolate caliente que esté había pedido.

Ansu y Ferrán estaban detrás de unos árboles observando la tierna escena entre ambos chicos, tratando de contener sus chillidos y tomando miles de fotos y videos de la pareja

coffe boy | pedri, gaviDonde viven las historias. Descúbrelo ahora