coffe boy | pedri, gavi

third.

Después de que Gavi estuviera resfriado y dos semanas ausente, fuera de las canchas ya que no era un simple resfriado y el menor estaba realmente mal, Pedro se había vuelto un pequeño desastre, no había dormido más de dos horas cantándole canciones al menor, abrazando la manta con la que ambos durmieron en esa noche lluviosa de otoño y tratando de sacarle información a Ansu sobre la dirección del menor.

Uno de esos torturosos días sin ver la sonrisa tímida de Gavi y sus hermosos ojos cafés, Pedro decidió dar un paseo por el hotel donde se hospedaba junto a sus compañeros del barça, afuera caía una tormenta insoportable y hacía un frío terrible, perfecto para un delicioso expresso de los que sólo Gavi sabía que le gustaban; Todo lo que veía le recordaba a él, todo. No cabía otra cosa en la mente desesperada del mayor que ver el rostro sonrojado del chico de los cafés, y al parecer, sus pedidos fueron concedidos.

Gavi salió de la puerta del estudio de Xavi con una sonrisa divertida y siendo acompañado por Ferrán y Nico. La sonrisa de Pedro se hizo enorme y parecía que ya no hubiera una tormenta, sólo un precioso sol brillando frente a él y dándole la calidez que tanto extrañaba.

¡Pablo! — el mayor corrió hacía Gavira, quién exclamó un tierno y alegre "¡Pedro!" Mientras abría los brazos a éste. — Dios mío, no sabes la falta que me has hecho — Susurró mientras enterraba su cabeza en el cuello del menor, olisquando ligeramente ese olor a café y menta que tanto adoraba.

Ambos chicos estaban en mitad de pasillo, abrazados cómo si no se hubieran visto hace mucho tiempo, arrancándole un par de chillidos emocionados a Ferran y Nico, con quién el mayor había empezado hacer video llamada, cabe destacar que el menor se veía algo agitado, tenía los labios un poco hinchados y las mejillas sonrojadas, y perfectamente se podía ver a Ansu detrás de el, quejándose y puchereando mientras recogía unas cosas del sofá.

— ¿Pedri? — La suave voz cargada de emoción de Gavi llamó la atención de Pedro, quién rápidamente lo miro sonriente y se separó de su abrazo, pero el castaño claro jalo de su camiseta y volvió a unir en un abrazo, cosa que sorprendió mucho a Pedro, ya que; a) Gavi le había dicho "Pedri" y no "Pedro" , y b) porque este mismo no quería separarse de él. — Tengo que hablar algo contigo.

[...]

Ambos chicos estaban sentados en el sofá donde hace unas semanas se habían abrazado con cariño y dulzura, uno totalmente nervioso, el otro encantado y curioso por lo que el menor tenía que hablar con él.

— Debes estar preguntandote el porque de mí cambio de actitud — empezo a hablar el menor con timidez pero seguridad en su suave voz,cortando el silencio que se había formado en la habitación y sacando a Pedro de su ensoñación. — M-Me di cuenta que si no dejaba ser tan nervioso y tímido contigo no podría decirte lo que quería y...supongo que es el momento de que te lo diga — Gavi tomó aire que parecía faltarle en los pulmones y miro los ojos brillantes y ansiosos del chico frente a él. Sus manos temblaban de nerviosismo y sus ojos estaban empezando a llenarse de lágrimas de anticipación y adrenalina. — Pedri, me gustas.

Todo pareció pasar en cámara lenta desde que Gavi dijo esas cortas pero muy significativas palabras. Pedro se alzó de su lugar y tomó la mano temblorosa de Gavi, jalandolo del sofá hasta su pecho cálido, envolviendo sus brazos alrededor de la cintura del chico, apegandolo más a su cuerpo. Pedro estaba abrazando a Gavi de la manera más tierna y delicada posible, tratando de no apretarlo tan fuertemente contra su cuerpo o de hacerlo daño con sus torpes caricias en su cintura.

Los ojos de Gavi habían empezado a lagrimear sobre la camiseta de Pedro, manchandola de su confusión. ¿Aquel abrazo significa lo mismo? ¿O era un abrazo de rechazo? ¿Porqué podía escuchar los gritos emocionados de Ferran, Ansu y Nico cuando se supone que deberían estar en práctica?

— Tu también me gustas, peque — Pedro dejo salir aquellas palabras en las que tanto había pensado. Sus hombros se sintieron más ligeros y una enorme sonrisa se dibujo en su rostro contento.

La mente de Gavi del de maquinar tantas dudas y solo pudo saltar sobre el cuerpo de Pedro y abrazarlo con brazos y piernas, siendo recibido amorosamente por el mayor. Los gritos y sollozos de Felicidad afuera de la habitación eran totalmente ignorados por ambos chicos, quién solo se aferraban a él como si fuera lo único que necesitaban en sus vidas.

Después de durar más o menos unos cinco minutos abrazado y dándose pequeños y torpes mimos, Gavi procedió a contarle todo sobre su anterior encuentro con el chico antes que este entrar al hotel en la que está; Pedro se sintió un idiota por eso y se disculpo mil veces con el menor, quién lo perdono al instante y dejó un beso en la frente del chico.

La tarde pasó muy rápido para Pedri y Gavi; ambos pasaron todo el resto del día en el hotel, informandoles a sus amigos sobre la reciente confesión. Lewandowski lloró un poco al ver qué su "pequeño Gavi" se había convertido en un "pequeño Gavi pero con su chico".

Sus compañeros estuvieron más de felices con la noticia, saltando alrededor de ambos chicos y pidiendo ser padrinos.

Al final del día, ambos chicos se despidieron con un tímido beso en la mejilla, pues aún no se atrevían a darse un beso en los labios por miedo a cómo reaccionara el otro, y porque apenas habían confesado sus sentimientos ese mismo día, decidiendo tomar las cosas con calma.

Ya en sus respectivas habitaciones, ambos celebraron aquello, chillando, gritando y saltando por toda su casa, cómo dos pequeños adolescentes enamorados.