XI

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Era un momento difícil para su vida. Todo estaba a punto de culminar, solo necesitaba arreglar todos los clavos sueltos y volver a la tranquilidad que tanto adoraba.

Se mantuvo firme por semanas para no poder enfrentar lo que primero debió hacer desde que ocurrió todo, pero ahí estaba, tan nervioso que estaba por escapar para desaparecer el intranquilo sentimiento que apretaba con fuerza su corazón.

La clínica veterinaria en la que trabajaba Megumi era muy concurrida, pero en el horario de almuerzo la gente evitaba asistir debido a la espera para ser atendidos, por eso decidió aparecerse en ese preciso momento. Con las últimas fuerzas de voluntad, camino hacia la puerta para abrirla y producir un tintineo indicando la llegada de un cliente. Quien lo recibió no fue él, sino la secretaria del lugar con una amable sonrisa buscando con sus ojos algún animal a su alrededor.

- Buenas tardes, ¿tiene hora agendada? -pregunto ella.

Claramente a esa hora nadie agendaba debido a su gesto de confusión que se gano al entrar.

- Estoy buscando a Fushiguro Megumi -dijo con voz apagada queriendo escapar-. Le puede decir que Itadori lo esta buscando.

- Volveré en un momento.

- Gracias.

Al momento en que la chica se puso de pie y desapareció por una puerta, Yuuji se tentó en escapar. Aún estaba a tiempo, hacer la vista gorda y escapar de todo como le gustaría.

Le dolía, le dolía enfrentarlo, su mejor amigo su ex mejor amigo tenia tanto derecho de explicarse como Satoru. Con él habló, por lo tanto, debía darle la oportunidad a Megumi de hacerlo.

No habían pasado ni un minuto cuando él apareció pálido, se acercó apresurado para observarlo ansioso.

- Tranquilo -le dijo. Viéndolo en aquel estado supo que no era el único incomodo-. Solo quiere hablar. No vengo hacer una escena en tu trabajo.

- Jamás dije eso.

- ¿Tienes tiempo?

- Estoy de salida.

- Bien, te esperare en la entrada.

Megumi asintió quedándose unos segundos viendo su rostro para luego volver por donde había aparecido. Salió de la clínica y sea apoyó en la pared de al lado esperando que lo que tuviera que decir no los afectara tanto.

Lo había pensado por mucho tiempo, aunque no importaba cuanto tiempo, seguía teniendo sus dudas y no importaba que camino tomara aún seguía sintiendo tristeza por la situación.

Cuando él salió Yuuji lo condujo en silencio a una pequeña plaza en donde la gente solo se limitaba a pasear a sus mascotas. Se sentaron en una banca en donde Megumi esperaba impaciente que comenzara a hablar.

- Lamento no poder haber hablado contigo antes -dijo Yuuji sin quitar la vista hacia de los árboles.

- ¿Lo lamentas? -repitió-. Esa es mi línea.

- También lamento la golpiza que te di.

- Por favor, basta.

Yuuji suspiro, ansioso de saber lo que continuaría.

- Ya sabes porque estoy aquí, ¿no?

- Por tus palabras, me estoy haciendo a la idea.

Lo estaba intentado, de verdad lo hacia, pero no importaba cuanto lo mirará, siempre estará aquella duda de saber si realmente él quisiera robar sus cosas favoritas. Junpei, Sukuna, Yuta, Toge o los demás, quien fuera, si Megumi estuviera ahí estaba la duda. Él le había confesado a Sukuna que sentía algo de envidia hacia él y la envidia en una amistad era la escusa suficiente para acabarla por completo. Al menos a su parecer, era lo mismo con Satoru.

ENEMIGOS - JJKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora