II

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Era el quinto día desde el descubrimiento de la infidelidad de Satoru y la traición de Megumi.

Yuuji se había refugiado en Junpei y su trabajo de bombero, cumplía con la mayor cantidad de turnos para poder tener algo en la mente que no fuera el dolor de saber que su relación jamás volverá a ser como antes. Era el momento más oscuro de su vida después de la muerte del único familiar que lo amó y cuido, el hombre que lo había salvado del fallecimiento de su abuelo había sido Megumi. Desde ese día se convirtieron en hermanos de alma con el juramento de cuidarse el uno al otro sin importar qué.

Desgraciadamente, el destino quería jugarle la peor pasada con las dos personas que amaba, le gustaba pensar que, a pesar de haber terminado la relación, deseaba con todas sus fuerzas que jamás fueran felices.

Deseaba que la desgracia cayera en ellos.

- ¿Qué pasó con el anillo? ¿Lo perdiste?

A pesar de las fuertes sirenas en la estación de bomberos indicando un incendio, Yuuji se tomó el tiempo de ver sus dedos vacíos antes de ponerse los guantes protectores.

- Me estoy divorciando -dijo sin dudar.

Su compañero quedo con los pantalones a mitad de sus piernas al escucharlo.

- ¡Toudou, apresúrate! -gritó el capitán Masamichi-. ¡O quedaras fuera!

Una vez casi todos vestidos, dentro del carro, Toudou se lo quedo viendo en silencio y con una mirada triste.

La sirena del carro continuaba eliminando todo silencio que Yuuji últimamente odiaba con frecuencia.

- ¿Estás bien? -pregunto nuevamente su compañero, dudoso de si era correcto preguntar.

- No, no lo estoy.

A su lado, tanto Yuuta como Toge intercambiaron miradas curiosas por la reciente pregunta de Toudou. Maki por su parte, sabia perfectamente lo que estaba sucediendo, con solo ver al menor del grupo con el animo por los suelos decidió darle espacio para que una vez lo asimilara pudiera ser de ayuda más adelante.

El incendio era en el cuarto piso de un edificio de diez departamentos, las sirenas apagadas se pudieron escuchar los gritos de las personas de los alrededores, al parecer había una persona aún atrapada.

El capitán Masamichi delegó las tareas de cada uno indicando que Yuuji sería el encargado de buscar a la persona atrapada junto a Toudou siendo los más fuertes del grupo, mientras que los otros se encargarían de controlar las feroces llamas que sobresalían de las ventanas y evitar que se propagara al siguiente departamento.

Toudou con un hacha en sus manos y Yuuji detrás de él corrieron hacia las escaleras, en cuanto entraron el calor abrasador los envolvió, pero eso no los detuvo. Subieron al cuarto piso y supieron que el fuego era demasiado intenso y que probablemente los llevaría a ciertas complicaciones. Toudou rompió la puerta del departamento con solo tres hachazos, el primero en entrar fue Yuuji, la cantidad de humo le hizo imposible la tarea de poder visualizar el estado de la estructura y la búsqueda de la persona en peligro.

- ¡¿Hay alguien?! -gritó a paso lento, asegurándose que el piso no colapsará bajo sus pies.

Sentía cierta impotencia al gritarle a una persona que seguramente ya estuviera asfixiada por la cantidad de humo del lugar, pero no se detuvo. Toudou detrás suyo entro a la cocina y él a la primera habitación donde lo primero que pudieron ver sus ojos fue a un pequeño niño de no más de doce años aferrado al pequeño cuerpo de un perro. Ambos desmayados.

- ¡Los encontré! -gritó.

Toudou se encargo de llevar al niño colocándole una mascarilla mientras que Yuuji tomó al animal para esconderlo entre su ropa y así tratar de salir del departamento.

ENEMIGOS - JJKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora