Melodia del amor

para ti

Mesut tenía en la cabeza aquello que le había dicho el español respecto a tocar en su casa, solo por eso limpió su habitación de una manera tan detallada en la mañana apenas despertó, no quería dar la impresión de ser un chico desordenado.

Las clases eran una eternidad teniendo en mente verse con el chico que le tiene mal, parecían eternas, que nunca saldría del salón de clases donde se encierra el olor de adolescentes que no tienen la decencia de ponerse desodorante. Realmente no puso atención a clases, platicaba con Casillas entre clases cuando el profesor salía o pasaban papelitos sobre los planes que tenían para aquella tarde. En un punto solo dibujaba en su cuaderno escenarios que se le venían a la cabeza de los más raros hasta cosas que nunca le diría a nadie.

Sintió que un peso salía cuando dió la hora de salir, corrió hacia la salida con la esperanza de encontrarse con Sergio y tener una hora para reunirse en su casa, y ahí estaba, con la chica que era su actual pareja, la tenía abrazada mientras estaban recargados en un muro. Dudaba si debía ir hacia donde estaban.

- ¡Mesut!-Gritó el español para su sorpresa, haciendo una seña para que se acercara.

- hola Sergio- Saludó al chico, mientras sentía que algo le daba en el pecho de tan solo ver a la chica recargada en el español.

La joven le miró algo extrañada- Sergio, ¿Quién es el?

- Es un amigo del equipo, voy a su casa en la tarde.

Özil no dijo nada, solo miró como la chica se iba sin decir ni una palabra, pero dándole un beso correspondido al español.

- ¿Entonces a qué hora quieres que nos vemos?

- 5 de la tarde- le parecía una buena hora, además seguramente ya habría terminado los deberes para eso.

- fantástico, ¿Quieres que te lleve a casa?- Eso no se lo esperaba, pero por la manera en la que lo miraba a lo lejos esa chica se tendría que negar.

- oh no, lo siento, yo voy solo-

- es una pena, fue divertido llevarte ayer, bueno, adiós, cuídate

Y se fue. Debía ir corriendo a su casa si quería que todo estuviera bien para cuando el español llegara a su casa. Se tomó la libertad de arreglar un poco su cabello en vez de dejarlo tal y como cuando sale se clase.

Dieron las 5, estaba sentado frente a su edificio esperando a que Sergio llegara a su casa, debía estar ahí, el chico no sabe cuál es su apartamento. El elevador seguía en mantenimiento, así que no sería todo tan perfecto como pensaba.

- ¡Mesut!- Sergio bajó de su bicicleta e iba hacia donde estaba el turco- no sabes que lo me pasó, me perdí de camino aquí - Abrazó al turco como si nada, eso era lo más raro que había experimentado Özil, sentía que quería derretirse en los brazos de Sergio.

- vamos, perdón si muchos escalones- Tomó del brazo al español, estaba casi temblando, pero era fácil decir que era por el frío.

Al llegar al piso donde se ubicaba el hogar de Mesut tocaron la puerta, dónde les recibió una mujer ya un poco grande.

- Mesut, wer ist er?- Preguntó por el amigo de su hijo. Sergio no entendía ni una palabra de lo que decía la mujer y viceversa.

- Mutter, er ist Sergio, ein freund- Özil lo presentó ante su madre mientras Sergio saludó con una sonrisa. La mujer les dió el paso a su casa mientras le daba una palmada en el hombro al español.

Özil no consideraba el apartamento algo interesante, había varias fotos de familiares y fechas especiales. Le avergonzaba de Sergio mirara y le preguntara sobre una foto suya de bebé que había en el pasillo hacia su habitación. Era pequeña, en una esquina estaba su violín, no mentiría, estaba emocionado porque el chico que vivía en sus sueños estaba en su habitación.

- bien, si quieres empieza, no dudo que seas bueno, te vi en el recital, creo que fuiste lo mejor de esa noche.

- Esto es para ti-

Y con esas palabras tragó saliva y asintió mientras empezaba con una melodía simple, notaba la mirada del español sobre el. Sergio se mantenía sentado en su cama mientras recargaba su cabeza en su mano. Las notas las consideraba simples para Sergio, pero creía que eran demasiado lindas para el. Al terminar terminar recibió varios aplausos de parte de Sergio. Ahora que lo pensaba, el español había venido hasta su hogar solo para escucharle tocar.

Después de aquello no pasó la gran cosa, hablaron sobre varios temas, Mesut le hablaba sobre algunas anécdotas mientras Sergio solo le escuchaba atento. Era tarde y el español ya se debía ir a si hogar, se despidió de el en la entrada del edificio con un abrazo que puso haber durado una eternidad.

Cuándo regresó a casa su madre le esperaba.

Ich mag deinen freund- Özil sonrió al escuchar las palabras de su madre al saber aquello.