todo está bien

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No es el final que planeaba, pero quiero darle uno a la historia, espero que les guste.

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No podía estar más feliz respecto a como iba su día a día, las tardes eran tranquilas, el viento y el frío se sentían más mientras los días pasaban, al igual que las ideas que le atormentaban respecto a su relación.

Los días eran normales, las tardes espectaculares y las noches las pasaba hablando por el móvil a su amor que antes parecía imposible.

Fue un día el que el tarro de dinero ya no estaba en su habitación, la canción imaginaria que adornaba sus días de la nada paró. Su búsqueda empezó, debajo de la cama, en el armario buscó, incluso la idea de ir a dónde sus hermanos para revisar que no se lo hubieran llevado era tentadora, no era la meta para el instrumento, pero había trabajado para obtenerlo, se sentía fatal, pero las cosas no podían desaparecer así como así.

Una mujer mayor entró a la habitación. Solo viendo como su hijo lloraba sin consuelo alguno, lo que no sabía Mesut, era que ese dinero era parte de la sorpresa que le venía.
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Tenía aún los ojos rojos al día siguiente, quería solo saltar del lugar más alto, pero eso solo era una idea que no se atreve a hacer más si a decir por hablar. Cuándo vió a Sergio en uno de los pasillos no puedo evitar ir hacia el y darle un abrazo mientras unas lágrimas mojaban con pena la ropa del contrario.

- ¿Qué pasa Mesut? ¿Pasó algo en casa?- Cómo si fuera un ángel empezó a acariciar la cabeza del turco con delicadeza y con la otra mano corresponder el abrazo.

- mi dinero... No está- Apretó al español contra el y siguió llorando un rato más.

- Va a aparecer ya lo verás... Y siempre te puedo ayudar si lo necesitas- Levantó la cara del turco y le dió dos pequeños besos en ambas mejillas- vamos a secar esos ojos tan lindos.

La escena llamaba un poco la atención de quién pasara por el lugar, Sergio con un pequeño pañuelo que parecía de un niño pequeño.

- gracias...- Agradeció y se apartó con pena del chico, realmente no quería irse de el, pero aún triste no podía faltar a clases.
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Aunque el día hasta el momento había sido medianamente bueno, ir a trabajar no era algo que le apetecía ahora que debía empezar de cero. Al entrar parecía que ahí había un tipo de secta, Iker está hablando de algo con Xavi para su sorpresa, era raro, nunca les había visto hablar en ningún momento, también estaba ahí Amine, más temprano de lo normal, tenía demasiadas preguntas por hacer. La escena era rara para el, menos el hecho de que su compañero solo tuviera ojos para su amigo.

- buenas tardes- Saludó y fue a su lugar para empezar a trabajar, ahora estaba de un pésimo humor, la idea de trabajar le agobiaba.

Escuchó un saludo de tres voces, ya no siguieron con el tema de conversación, quizás debería de quitarse ese humor.

La tarde resultó como otras, un par de personas fueron, no muchas como siempre, pero era mejor así y noter que agobiarse. Charlaba con la chica que estaba en el lugar, parecía tan concentrada hablando sobre como fue su día y de las cosas que tenía planeadas para un proyecto escolar, pero la campana anunció la llegada de alguien, la persona que menos quería ver Amine, Sergio.

El chico caminó hacia donde estaban, ya era demasiado tarde como para irse, pero ahora debía afrontarlo y parecer lo más amable posible.

- hola Sergio- Saludó Mesut con una sonrisa para el chico.

- Mesut, ¿Estás mejor?... Y hola, ¿Amine, no? - Le extendió la mano a la chica para darle un saludo.

Amine dudó si actuar de una manera grosera e irse enojada o aceptar el saludo e intentar llevarse bien con aquel individuo- si, un gusto, ¿Eres Sergio?... Mesut habla de ti- extendió su mano para el saludo, algo nerviosa y con ganas de hacer cualquier tontería que se le viniera a la cabeza en ese momento.

El turco observó atento, para su extraña sorpresa ambos parecía que no se llevaban mal, eso tal vez fue lo mejor que pasó esa tarde.
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Ya había pasado una semana, al parecer el elevador ya estaba arreglado, pero solo había uno, eso significa que se ocupaba mucho y alguien lo había hecho antes de que el quisiera llegar a casa.

Cuándo abrió la puerta un “Sorpresa" salió de todas los presentes, estaban sus padres, sus amigos, novio, hermanos incluso el compañero de trabajo. Dió un salto por la sorpresa que recibió.

El apartamento estaba lleno de globos y serpentinas, había música que la mayoría de los presentes no entenderían la letra a exposición de su familia y quizás Amine, eso podría ser detalle de su madre, no lo podía creer.
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Estaba sentado en el sofá de la sala de estar, comiendo de algunos postres que habían comprado y con un sombrero de fiesta en la cabeza, a su lado estaban Iker y Sara, mientras desde el otro sofá les miraba su compañero con un rostro de desilusión.

- feliz cumpleaños Mesut- La novia de su amigo le dió un abrazo, parecía que era la primera vez que la escuchaba en mucho tiempo.

- gracias Sara- Sonrió y miró a su amigo, todo aquello parecía una idea suya- ¿Fue tú idea?- El español solo asintió debido a que si boca estaba llena de lo que había en su plato.

No podía pedir más aquel día, por un momento se había olvidado de que no tenía dinero ni violín.

- solo espera a ver tú regalo de cumpleaños- Habló Iker, dándole un estuche envuelto con un papel de dinosaurios, era obvio lo que había ahí dentro, pero se hizo el tonto.

- ¿Qué hay?- Empezó a abrir el regalo, dejando a ver un lindo violín.

- se que no es lo mismo, ni que seguramente están caro como el otro y...

- es perfecto- No necesotaba más, solo tenía una duda, ¿De dónde lo sacaron?

- lo compramos entre todos, la idea fue de Sergio.

Buscó como con la mirada a su novio, este lo notó, ambos se vieron y solo pidieron sonreír al otro, aquel día fue perfecto en todos los sentidos.
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Estaban fuera del edificio, sentados en la entrada a punto de despedirse.

- ¿te gustó? - Pasó su mano por detrás de la espalda del turco.

- mucho, gracias Sergio...- Recargó su cabeza en el español, aunque el momento no duró mucho para darle un pequeño beso en la mejilla.

Se miraron, el español tomó las mejillas del contrario, Özil estaba seguro de lo que creía que iba a hacer el contrario, sus labios chocaron contra los del contrario, su primer beso como novios, después de tiempo de salir.

- no tienes porqué agradecer...

Esa noche podría dormir tranquilo, quizás ya no tenía nada de que tener respecto a su relación ni nada más, simplemente están bien.
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Muchísimas gracias a todos por leer esto, aquí termina la historia, gracias

Melodia del amor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora