The family Jeon Park 2 ❤KOOKMIN❤

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En ese mes, Jungkook tenía muy vigilado a su primogénito para no pasarse de listo con su castigo.

No podía creer que los jóvenes estaban tan mal de la cabeza que se atrevían a tener relaciones con su novio bajo su techo.

Él llevaba a Jungwon al colegio, como al igual, pasaba por él, no quería que se fugara con su novio o que se estuvieran besuquiando.

La tarde de aquel domingo, la casa de la familia Jeon Park se encontraba como siempre, llena de ruido, gritos por aquí y por allá. Caídas y llanto de los menores quienes jugaban en el patio y en sus habitaciones.

No fue hasta que llegó Young (el cuarto hijo de tan sólo 9 años) con su cuaderno y una pluma. Se sentó al lado de su papi Minie quien le acarició el cabello.

—¿Qué pasa, bebé? —preguntó sonriéndole tiernamente

—Papi, mi maestra me pidió de tarea que les hiciéramos una entrevista a nuestros padres... —respondió el niño cruzando sus piernas sobre el sillón

—¿De qué se trata? —cuestionó el mayor comiendo un pedazo de manzana ofreciéndole a su retoño quien tomó un pedazo

—De la relación de pareja de ustedes— contestó comiendo la fruta

—Muy bien, hablale a tu padre, está en el patio con tus hermanos— habló el castaño yendo a la cocina

Preparó algunos snacks para comer al contestar la entrevista de su hijo, sabía que sus retoños estarían de chismosos, así que ordenó algunas frutas como manzana, sandía, plátano, naranja, entre otras en platos, al igual que cacahuates, galletas y chocolates.

—¡Papá Kook! —gritó el pequeño saliendo al patio— necesito hacerte una entrevista, dice papi Mimi que entres— habló con una manzana en sus manos

—¿Entrevista de qué? —interrogó el pelinegro empujando a Bae, su hijo más pequeño,  en el columpio

—De como conociste a Papi Minie— contestó entrando nuevamente a la casa

—¡Yo también quiero saber! —gritó Song quien jugaba con una pelota de básquetbol

—¡Yo también! —gritó Hyun quien jugaba con su hermano menor a aquel deporte

Jungwon solo fue detrás de su familia, no quería quedar excluido de aquella conversación, que, no iba a aceptar el hecho de que, el chisme lo llamaba.

Todos se sentaron en la sala de estar, algunos en el suelo, otros en los sofás. Park llegó con una charola llena de snacks para compartir colocándola en la mesa de centro.

—Muy bien, mi niño... ¿qué nos vas a preguntar? —cuestionó el castaño mayor acomodándose al costado de su esposo quien lo abrazó por la cintura

—Primero, ¿cómo se conocieron? —interrogó listo para apuntar en su cuaderno

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Hace bastantes años atrás, Jimin se encontraba jugando básquetbol con sus compañeros de clase en la cancha del Instituto. Eran uno de los chicos que llamaban la atención en el colegio por jugar tal deporte en la hora del receso.

Park estaba en primer año de secundaria, tenía sus 13 años recién cumplidos, y a decir verdad, también era uno de los chicos más bonitos de su salón de clases.

El jugo estaba empatado, hasta que lanzó la pelota con bastante fuerza al aro, pero no alcanzó a anotar, haciendo que el balón rebotara en la orilla del cuadro golpeando a un chico en el estómago.