Por Accidente

Creo que... me gustas

—Estaba coqueteando con él—Guillermo estaba frustrado. Había visto desde una buena distancia como el portugués rozaba sus dedos en la mejilla del argentino

—Pudiste haberlo malinterpretado

—Puta madre. Estaba sonriéndole, ¡sonriéndole!

—¡Guillermo!—grito este haciendo que el otro se sobresaltara, casi nunca lo había visto gritar—tienes que relajarte. Pudiste haber malinterpretado la situación, quizás ellos solo son amigos conversando justo como lo estamos haciendo ahora

—No en esa posición—estaba siendo terco

—Él te quiere—le dijo—se que es así, tienes que hablarlo con él. Dime ¿te vio verlo?

—No lo creo

—Entonces se valiente y ve a hablarlo con él, seguramente el es el único que puede soportar ese olor tuyo, es bastante amargo

—Estoy enojado—le dijo

—Ve a hablar con él, resuélvelo, pregúntale y sabrás la respuesta

—¿Te gusta Dibu?—pregunto de repente

—No entiendo a que va al caso

—Vi la forma en como lo mirabas en el bar, sientes algo por el

—Me interesa—dijo aunque no muy convencido de ello

—Yo me enamoré de Messi a primera vista. No esta mal.

—No quiero enamorarme—se sincero

—Saúl, no volverá a pasar lo que paso con nosotros, tienes que abrirte, dejar entrar a alguien

—Tengo que verlo abajo—corto yendo hasta la puerta, como diciéndole que se fuera—los veo mañana.

Guillermo salió ahora tenia dos preocupaciones, Messi y su amigo. Sabia que no podía remediar una, pero otra sí podía así que se dirigió a la habitación de Messi esperando encontrarlo allí.

En el lobby, sentando en uno de los muebles de espera estaba Emiliano, sus piernas estaban abiertas y sobre ellas reposaba su cabeza, sus manos cubrían sus oídos.

—Lamento tanto la espera—le dijo cuando estuvo frente a él. Demoró unos segundos en voltear a verlo y cuando lo hizo se tranquilizo. Ver al pelirrojo hacia que su alfa se sintiera cómodo, como cuando llegabas a casa después de pasar todo el fin de semana fuera. Su molestia se disipo.

—Esta bien— le dijo—vamos, reserve una mesa—caminaron hombro con hombro hasta el restaurante pero ninguno decía nada. Apenas llegaron sus respectivos platos comieron en silencio.

—Esto... esto es un poco incómodo—Saúl fue el primero en hablar mientras degustaba el postre, si es que eso podía llamarse degustar, ya que, al igual que con la comida se lo estaba atiborrando con la esperanza de salir lo mas pronto posible de allí.

—Lo lamento—dijo aquel en un susurro

—Escucha, lo que viste... Guillermo solo estaba frustrado, de hecho tenia que ver con Lío, intente ayudarlo...

—¿Lío? ¿Qué pasá con Lío?—su voz había cambiado y Saúl grabo eso en lo profundo de su corazón, la acción había hecho que se diera cuenta de algo...

—Nada... digo Guillermo dijo que lo había visto coquetear con Neymar...

—Messi jamás haría eso

—Lo se, eso fue lo que le dije. Entonces le mencione que debería hablar con él, espero que haya funcionado... mas que esta cena...—dijo bajito esperando que el contrario no lo haya escuchado