Los eventos de la primer semifinal se habían terminado, debido a que reinaba mas los goles que el tiempo en el partido a favor del equipo albiceleste, los resultados los dieron para la final. Pero la directiva había pospuesto el siguiente partido hasta sino una semana después.
Saúl recuerda haber estado emocionado, había estado en el hospital aun con recuperación, Emiliano no se había separado en ningún momento de él, durmiendo en sillón. Dos días más tarde, finalmente el papeleo se completo, Saúl tenia que volver a México para su tratamiento.
—Desearía que vos no tuvieras que irte—Emiliano lo ayudaba a vestirse
—También me gustaría quedarme, pero Reynoso quiere tenerme observado de cerca, además necesitamos discutir los términos de mi retiro.
—Pero no quiero dejarte ir—insistía
—Damián, gana la copa, vuelve con nosotros...
—¿Ya te había dicho que me encanta que me llames así?
—¿Cómo? ¿Damián?
Este asintió—es excitante, nunca había dejado que nadie me llamase así
Saúl negaba sonriendo. —Pero te llame así desde un comienzo
—Y desde ese momento mi lobo lo sintió... sobre eso...—se puso mas serio—¿crees que deba marcarte?
—¿Debas?—pregunto confundido Saúl
—No, no me refiero al deber... quiero hacerlo, pero no se si tu quieras, o si te haga daño en tu estado, o si ayude al cachorro...
—Damián... no necesitamos hacerlo aun, quiero que cuando lo hagamos sea especial, no me haría daño, pero no podemos hacerlo por ahora, no hasta que termine todo el asunto y en serio espero que no tarde mucho porque a él o a ella seguramente le vas a hacer falta.
—Sabés que para dedicar, una atajada no es lo mismo que un gol, pero cada atajada en este ultimo partido va para vos y para nuestro cachorrito—le dijo acercándose a su rostro—no sabes cuan enamorado estoy de ti—le besó
—Entonces estaré atento a la portería—volvió a besarlo
—¿Pero y si no ganamos?—pregunto separándose del beso
—¿Qué quieres decir?
—Si no atajo las contrarias... si no ganamos, ¿vos me esperarás?
Saúl saco una carcajada, que para Emiliano fue lo más dulce viniendo de él, pero aun así hizo una mueca, confundido.
—Emiliano, incluso si nunca hubieses venido te seguiría esperando. Yo quiero que lo ganes por ti, por tu país.
—¿Cómo no pude darme cuenta antes?
—¿Darte cuenta de qué?
—De que te amaba....—estaba serio, pero cuando termino de decirlo sonrío, una sonrisa grande, para luego decir—para saber si cuando jugamos con México también querías que ganará
Saúl empujo ligeramente su hombro, sonriendo también—con mi país no te vas a meter, che—se burló
Para cuando terminaron de guardar todo y se encontraban en la salida esperando a Reynoso esperaban no llamar la atención. Saúl estaba sentado en una silla de ruedas. La recuperación era rápida, pero no concisa, aun así pidió salir por cuenta propia a la salida.
—¿Por qué no puedo tomar tu mano?—Emiliano no pudo contener su pregunta
—Nadie puede fotografiarnos, no todavía—le dio una mirada cargada de remordimiento, sabiendo que era lo que le habían indicado, sabiendo que hasta dado su completo retiro no podía decir su condición ni si tenia una relación.
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Por Accidente
FanfictionSaúl Álvarez lleva toda su vida fingiendo ser una casta que no es, siendo su olor indetectable para cualquiera alfa u omega. Qué sucederá cuando el portero argentino sea el único capaz de detectar su aroma. Historia completamente mia, pero la idea...