Ellos al escuchar eso se sorprendieron.
Lud: Espera, quieres entrar al ejercito para pelear contra Midland?
Román: Sí, eso es lo que quiero. Dijiste que aún no era un hombre, así que lo seré una vez me convierta en soldado. Y seré el mejor de mi grupo.
Irina: Lo dices en serio? No es porque desconfíe de tus habilidades, de hecho son impresionantes. Me dejaste sin palabras por todo lo que hiciste recién. Pero es que no puedes comparar una pelea contra mercenarios con una guerra entre 2 reinos.
Román: Lo sé, estoy consciente de ello. Pero aún así quiero hacerlo. Necesito hacerlo. Debo hacerlo.
Mientras miraba mis manos.
Román: Aún no soy lo suficientemente fuerte, y sé que si me convierto en un soldado y entreno y voy a la guerra, podré serlo.
Lud: Creo que te lo estás tomando algo a la ligera, pero luego de ver lo que le hiciste a esos mercenarios, sin duda eres mejor que cualquier soldado normal. Por lo cual supongo que tienes madera para ser soldado.
Román: La verdad no lo sé. Pero voy a intentarlo hasta conseguirlo. De ser necesario, enfrentaría a algún soldado por su puesto.
Irina: Eso suena genial, pero es peligroso. Si vas a convertirte en un soldado, prometes tener cuidado y no actuar de forma imprudente?
Mientras me veía de forma seria, a lo cual yo asentí.
Lud: Bien, creo que entonces está decidido. Pero te será difícil, dudo que el ejercito de Tudor acepte tan fácilmente a un niño como tú. Pero si logras demostrar tu valía, sin duda llegaras alto en poco tiempo. Pero dejemos eso para otro momento, debemos irnos antes de que algo más pase.
Luego de eso nosotros seguimos con nuestro camino hasta llegar a un reino vecino de Tudor, en donde comerciamos una gran variedad de cosas, lo cual me fue de ayuda para descubrir nuevas cosas, las cuales Lud e Irina me iban explicando sus funciones, valor y forma de comerciar.
Ya habría pasado el día, siendo de noche.
Yo estaría durmiendo tranquilamente, hasta que escuché unos ruidos y abrí los ojos, viendo que estaba en mi habitación compartida con Irina.
Román: Irina? Estás ahí?
Viendo que ella no estaba, hasta que comencé a escuchar ruidos provenientes de afuera.
Yo me acerqué a la ventana, viendo con horror que todas las casas estaban en llamas y siendo destruidas mientras que unos soldados mataban a niños, hombres, mujeres y ancianos.
Yo al ver esto comencé a buscar a Irina y a Lud por toda la casa.
Román: Irina! Lud! Dónde están!?
Saliendo de la casa, tratando de evitar a los soldados.
¿?: Ohh? Miren a quién tenemos aquí.
Lo diría una voz que yo reconocería, la cual me puso los pelos de punta y me hizo hervir la sangre al mismo tiempo.
Román: Tú...
Viendo en dirección a la voz, reconociendo al caballo sonriente y a los estandartes hechos de cuerpos.
¿?: Nos volvemos a ver, niño.
Con una gran sonrisa mientras el fuego dejaba ver su cara, siendo nada más y nada menos que Wyald, el cual tenía el cuerpo de Lud y Abigail como estandartes, mientras que en su cinturón tenía las cabezas de mis papás. Y además tenía a Irina agarrada de uno de sus brazos.
Irina: Ro-Román!! Ayuda, por favor!!
Mientras Wyald comenzaba a desnudarla.
Yo al ver esto me llenaría de ira a la vez que lágrimas caían de mis ojos.