capítulo 8

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Yo estaría teniendo un sueño, en donde me encontraba de rodillas, herido y derrotado frente a la figura de Griffith.

Una voz resonó en todo el lugar.

¿?: Entre la batalla de sueños. La batalla de voluntades. La batalla entre 2 grandes reyes, finalmente hubo un ganador. Ahora ascenderá al trono como el verdadero gran rey, y el otro se someterá a sus ordenes.

Yo de repente fui aprisionado por unas cadenas que me mantuvieron firme en el piso, mientras que una enorme mano salía debajo de los pies de Griffith, llevándose a este a lo más alto del cielo.

¿?: La ceremonia de advenimiento demoniaco se acerca. La coronación del gran rey será presenciada por sus más allegados.

Mientras la apariencia de Griffith poco a poco comenzaba a cambiar, pero no lograba verla bien.

¿?: Y tú deberás atenderlos como buen sirviente.

Mientras sentía que mi apariencia también comenzaba a cambiar poco a poco, pero yo trataba de evitarlo.

Román: Griffith!!

Mientras comenzaba a escucharse que mis huesos se rompían y mis músculos eran desgarrados desde dentro.

Yo de repente despertaría al sentir un fuerte golpe en mi cabeza, viendo que estaba en una carreta con soldados.

Román: Auch...Qué...Qué pasó?

Levantándome a duras penas.

Soldado: Comandante Román, tenga cuidado.

Román: hmm? Por qué? Qué sucede?

Soldado: Estamos huyendo de los soldados de la banda del halcón.

Yo al escuchar esto recordé repentinamente lo sucedido, golpeando la carreta.

Román: Mierda. Deja que yo los ma-.

Antes de levantarme sentí un fuerte dolor en todo mi cuerpo, evitando que pudiera pararme.

Soldado: No se mueva, está en unas condiciones horribles. Ya no podemos hacer nada. Hemos perdido la guerra.

Yo al escuchar eso me sentiría muy enojado, debido a que sentí que era mi culpa por haberme centrado demasiado en mis enemigos y no preocuparme también por el castillo.

Román: Soy un imbécil. Si tan solo me hubiese dado cuenta antes, esto no hubiese pasado. Si hubiesemos tenido tiempo para preparar algo, los hubiesemos masacrado. Cómo? Cómo mierda perdimos contra a penas esa estúpida cantidad de soldados? Maldición. Los odio. Los odio en serio. Los aplastaría yo mismo de tener la puta oportunidad.

Lo diría estando muy enojado y frustrado.

Soldado: Cálmese comandante. Hizo todo lo que pudo. No sirve de nada el quejarse ahora. Debemos escapar y mantenerlo a usted a salvo.

Román: Solo a mi? Y qué hay de ustedes? Ustedes están bajo mis ordenes ahora mismo, así que es mi responsabilidad mantenerlos a salvo.

Antes de que alguien más pudiese hablar una flecha atravesó la tela que nos cubría.

Soldado: Mierda. Ve más rápido, nos están alcanzando. Debemos cuidar del comandante.

Soldado 2: Lo sé, pero es que los caballos no dan más de sí. Venimos escapando hace mucho tiempo.

Antes de que alguno pudiese hacer algo, unas piedras grandes cayeron de la nada, aplastando a los caballos, provocando que el carruaje salga disparado y se choque.

Luego de unos momentos yo saldría del carruaje, viendo a algunos soldados de Tudor protegiéndome.

¿?: Comandante, quédese atrás, nosotros nos ocupamos.

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