Yo me despertaría bastante cansado, viendo a mi alrededor, notando que estaba en mi casa.
Román: auch, qué fue lo que pasó?
Tratando de levantarme, pero sentiría mi cuerpo bastante dolorido y también me sentiría con sed y algo mareado.
Yo me quedaría en la cama, poniendo mi brazo sobre mi cara, tapando mis ojos mientras respiraba de forma pesada.
Yo en mi mente: No recuerdo nada. A penas y sí puedo pensar por el estado en el que estoy. Solo sé que...Esa alabarda me atravesó y....Ya no sé nada más.
Mientras tocaba el lugar en donde estaba la herida, pero ya no había nada.
Yo en mi mente: No estoy en condiciones. Lo mejor será que siga durmiendo.
Cerrando mis ojos y comenzando a dormir.
Mientras eso sucedía se podía ver a un peli negro con una armadura blanca y de aspecto algo femenino pese a ser un hombre, y a un peli negro con una armadura de color gris oscuro caminar juntos por las calles de un reino diferente.
¿?: Oye, Griffith, algo siempre me ha llamado la atención.
Lo diría el peli negro, viendo al peli blanco conocido como Griffith
Griffith: Qué sucede, Guts?
Viendo al peli negro ahora conocido como Guts.
Guts: Cuántos de esos collares como el tuyo existen? Recuerdo haber visto que un chico al que enfrente tenía uno parecido, solo que no lo tenía en su cuello.
Griffith: Te refieres a esto?
Sacando de adentro de su armadura un collar con un huevo rojizo y con una cara deformada, siendo exactamente igual al mío.
Griffith: Pues siendo sincero, no lo sé. La anciana que me lo dio jamás me específico cuántos habían, solo dijo que era un amuleto de la suerte que me llevaría a lo más alto. Pero nunca me encontré con alguien más que tuviese este huevo rojizo. Pero además de ser raro, es muy genial, no?
Con una sonrisa divertida en su rostro mientras mostraba el huevo rojizo como si fuese un juguete.
Guts: A veces no sé qué pensar de ti. Eres muy serio a veces y otras muy infantil.
Griffith: Bueno, dejando eso de lado, ya estamos llegando.
Viendo una especie de cuartel en el que habían soldados haciendo guardia.
Guts: De qué es lo que hablarán?
Griffith: Hablaremos sobre el asalto que haremos a un castillo de Tudor. En este hay bastantes recursos importantes, así que si logramos tomarlo, Midland podrá tomar la delantera luego de muchos años. Aunque por lo que me he enterado recientemente, Tudor tiene posiblemente a un poderoso guerrero entre sus filas. Le llaman el niño demonio, y es quien mató al comandante de los tigres blancos, Bohr. Eso significa un gran golpes para los tigres blancos, ya que ellos iban a enfrentar a los rinocerontes púrpuras de Tudor por la fortaleza de Doldrey.
Guts: El niño demonio? Bueno, realmente no importa. Contigo al mando, ni siquiera ese guerrero será un problema. Estoy seguro de eso.
Griffith: Sí, eso espero. Ya vuelvo, quédate aquí.
Entrando al cuartel mientras Guts se quedaba fuera haciendo guardia.
Al día siguiente yo despertaría ya mejor, levantándome de mi cama y bajando a la sala en donde estaba Irina limpiando.
Ella al verme dejó de hacer lo que estaba haciendo y me dio un abrazo mientras tenía lágrimas en sus ojos.
Irina: Román, idiota! Tienes idea de lo que me hiciste pasar?