Nunca Veré La Costa Oeste

9. De Tal Palo...

Traté de pasar desapercibido, pero Ronnie nos encaminó con uno de los medios. Eran dos hermanos gemelos bastante morenos, más altos que yo y muy fornidos. Uno de ellos hablaba en veces con guturales como si de Alex Terrible se tratase. Jamás los había escuchado mencionar. Nos abordaron a mi banda y a mí. Un par de cámaras tomaron la escena en la entrada del casino. Primero fueron conmigo.

-Aquí tenemos al líder de una agrupación nueva-dijo uno de los hermanos-. Dicen que su debut en el escenario Monster fue de locos. Con ustedes, Kyle Stoff.

Me pareció de mal gusto que presentara únicamente mi nombre, parecía que era obra de Andy Mulligan. Ronnie podía ser un patán de campeonato, pero no haría semejante sandez.

-Bueno, nosotros somos Savage Grade-dije, mirando con recelo a los dos hermanos negros-. Somos Alex Maynard, Ned Weston, y Janick Pearson. Nos agrada la idea de compartir lugar con grandes bandas como...

-Por Dios, a eso le llamo compañerismo-dijo el otro hermano-. A pesar de ser el único que destaca entre la agrupación, también les da protagonismo a sus compañeros de banda.

Eso me terminó de molestar. Mi actitud de tarado salió a la luz. Mis compañeros se quedaron mudos esperando que yo salvara la situación. El par de entrevistadores no dejaban sus enormes y blancas sonrisas de lado. ¿Así se sentía esto de la prensa? Ahora entiendo por qué a los famosos les molesta tanto.

- ¿Sabes qué?, no queremos saber más de su estúpido medio-exclamé-. Terminamos.

Entré al casino sin más preámbulos. Alex, Janick y Ned fueron detrás de mí. Ned dijo que ahora iban a tratar con Drugs and Candy. Yo no quise mirar atrás, ya había tenido suficiente de ese maldito medio comprado por el pez gordo que manejará nuestra carrera en un futuro. No soy tan imbécil como para no reconocer el trabajo de mis compañeros de banda, casi mis hermanos.

En el recinto no había del todo máquinas tragamonedas, o mesas de blackjack... ni siquiera poker. Era más un salón con las mesas suficientes para dar lugar a rockeros con sus groupies al lado. Mesas redondas, y en medio, barras de licor llenas de hombrecitos agitando vasos y sirviendo tragos directamente de la botella. Había camareros, gente desconocida, famosos siendo fotografiados, y muchas mujeres hermosas. Me sentía todo un perdedor a lado de estas grandes figuras de la escena. Si le preguntara a una groupie a quien preferiría, si a Chris Fronzak o a mí, no dudaría ni un segundo en responder que al magnate de Florida. Soy un novato, un simple mortal junto a estas grandes celebridades.

Nos sentíamos completamente perdidos. No había sitio al cual pudiéramos ir a descansar o a tratar de no hacer el ridículo enfrente de tantas personas importantes. Ronnie seguía con Drugs and Candy y los hermanos imbéciles. Camareros pasaban por todos lados. Uno de ellos nos ofreció unos cuantos tragos. Solo pedí agua gasificada, mientras mis compañeros pidieron cerveza para cada uno. Me sorprende que Lily no esté a lado de Alex. ¿Será porque Ronnie le pidió espacio para que los hermanos imbéciles hablaran con nosotros? Suena razonable. Quizá y venga más tarde.

No encontrábamos un puto lugar en donde establecernos. Veía tantos músicos famosos con los que quería interactuar, pero esta inseguridad de sentirme poca cosa a lado de ellos me impedía acercarme. Ahí estaba el maldito Jeremy McKinnon, con su esposa a un lado. Toda la banda estaba ahí, excepto Josh, quien estaba acusado de acoso y que en este momento está manteniendo un perfil bajo fuera de su agrupación.

-Acérquense-escuché la voz de Ronnie-. Nuestra mesa está de este lado.

Detrás de mí, una mesa pegada a la entrada, en donde un telón cubría casi por completo a quienes se sentaban de aquel lado. Era grande, como todas las demás, pero pareciera como si los del evento quisieran que pasáramos desapercibidos. Ahora, ¿Dónde está Andy Mulligan para ayudarnos a romper el hielo con los grandes artistas?