La noche del Mad Vibrations fue una de las mejores en toda mi vida. No sabía si estaba escapando de la realidad, o si en verdad me empezaba a sentir pleno con la vida que empezaba a llevar. El resto de shows fueron una maldita locura, nuestra presencia en dicho festival provocó que miles de personas se interesaran en nuestra música. Los shows independientes fueron totalmente vendidos. Terminamos con la gira de un mes, y todos decidieron tomarse unas vacaciones en Florida...excepto yo. Regresé a California con mi madre, quien su salud estaba cada vez más deteriorada. Lo bueno de haberme ido por un mes, fue que Ronnie Arrows y Andy Mulligan me entregaron un cheque con alrededor de cincuenta mil dólares. Destiné más de la mitad para pagar el seguro de gastos médicos de mi madre.
Estábamos a mediados del mes de septiembre, el frío empezaba a llegar a algunos estados del país. Drugs and Candy, Savage Grade, y todo el equipo Naivety se encontraban en el condado de Doctor Phillips. Antes de abordar mi avión (ya que era el único que regresaba a casa después de la gira), Sam me dijo que irían unos días a Miami, pero que la primera parada era en casa de Chris Fronzak, allá en el lugar que antes mencioné. Aunque Fronz representaba mucho en mi vida, no tenía el entusiasmo, el interés, por estar en su casa. Tras un largo mes de grandes shows, encuentros sexuales con diferentes chicas, y una que otra pasantía con algunos artistas.
Aunque el único festival en grande fue el Mad Vibrations, no fue el único en donde nos presentamos. Fueron otros dos de menor tamaño, de un solo día, un solo escenario. En uno de ellos, el Devil's Scream, Sam se subió a tocar con August Burns Red de nuevo, pues en el pasado había tocado para ellos con We All Float. Matt Greiner le dejó tocar "Ghosts". Me pidieron que subiera a cantar la parte de Jeremy McKinnon. No me negué, subí, y creo que la interpreté correctamente. Terminó la canción, me despedí de Jake Luhrs, y regresé con mi pandilla. Sam estaba desnudo del torso, gritando como un loco, y estaba rojo como un puto camarón.
- ¡No puedo creerlo! -exclamaba, eufórico, no dejaba de saltar en los hombros de Ned-. Toqué en el lugar de Matt Greiner. Mi madre estará orgullosa.
-Felicidades, fortachón-dijo Ronnie-. Y tú también. Toro, te luciste con esa interpretación. Lo bueno es que grabamos cada parte, eso más adelante te traerá muchas oportunidades.
En ese momento llegó Andy Mulligan, más ebrio que una puta cuba. Con un sombrero texano, su horrible saco azul, y su camiseta blanca manchada de whisky.
-A la mierda, ¡todos! ¡Ha sido la mejor colaboración en mucho tiempo, y eso que aún son unos completos desconocidos!
- ¡Si, a la mierda Winston McCall! -intervino Patrick.
No me identifico mucho con mandar a la mierda a uno de los mejores vocalistas de la escena core. Winston no era un mal tipo, estuvo conversando con nosotros unas horas antes y no se comportó de mala manera. Patrick era un imbécil a veces, era un adicto, como la mayoría de esa banda de easycore.
Sentado en uno de los taburetes del backstage, llega Sam, con el cabello húmedo y su piel casi de vuelta a su tono normal. Está bebiendo cerveza, y fumando un porro- ¡Anímate, fortachón! -dijo. Golpeó mi hombro y me dio una palmada en el pecho-. ¿Te das cuenta de lo que acabas de vivir? Somos un par de novatos, y ya tocamos con una eminencia en el mundo del metalcore.
-No soy muy expresivo, Sam-respondí. Le robé un trago de su cerveza, aunque estaba un poco caliente, no me cayó mal. A estas alturas estaba empezando a dejar esa idea de mostrar una vida Edge. ¿Me importaba?, parece ser que ya no tanto. ¿Rompí el pacto?, tal vez, pero ante los ojos de todos, sigo siendo el mismo-. Estoy hecho de cera, como dirían en Homesick. ¿Y tú?
-Diría que, de lo mismo que están hechos los unicornios.
- ¿Y cómo es eso?
-De amor, de drama, de belleza, y mucha energía para tener sexo todo el maldito día. ¿Por qué de cera? No entiendo mucho la canción, pero supongo que tú sí.
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Nunca Veré La Costa Oeste
Teen FictionUna secuela de "Me Tengo Que Ir". Kyle Stoff empieza su debut en los grandes escenarios de la escena. La crisis regresa a su vida tras alcanzar altos ingresos y demasiada popularidad. Y ahora luchará por poner orden en su vida, y reencontrarse a sí...