Capítulo 9.

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Jin no dejaba de besar el cuello de su novio, pasando de lado a lado.

Namjoon subió sus manos y las metió debajo de la camisa holgada de su chico, pasando sus grandes manos por todo su torso y por toda su espalda, sintiendo la calidez de la piel ajena y sintiendo como el chico que tenía encima de el temblaba por su tacto.

Jin se enderezo, se sentó sobre el miembro de su chico escuchándolo gemir bajo. Namjoon se levantó hasta quedar frente a frente con Jin. Jin comenzó a levantar su camisa, sintiendo la mirada del otro, y empezando a sentir sus manos posarse sobre su abdomen.

Cuando se quitó por completo la camisa, Namjoon lo vio fijamente y se acerco a besarlo, Jin empezó a levantar la playera de su novio, hasta que se la quitó por completo. Comenzó a mover sus caderas hacia adelante y hacia atrás, viendo cómo su novio tiraba la cabeza hacia atrás mientras gemia bajo, las manos ajenas estaban sobre su cadera, ayudándolo a mover sus caderas, sus manos sobre el torso desnudo de su chico.

Su momento se vio interrumpido cuando un fuerte golpe continuo en la puerta hizo ruido en la habitación en la que estaban.

—Despierten!! Ya es hora de que se vayan de aqui— dijo un hombre al otro lado de la puerta.

Ambos chicos suspiraban fuerte, querían seguir pero sería mejor que de una vez por todas se fueran de ese infierno.

—Continuaremos después, amor— Habló Namjoon, limpió los labios brillosos de chico, debido a la saliva que los besos dejaban.

—Pero claro que lo continuaremos, es una promesa— hablo Jin, su mirada estaba puesta en los labios ajenos, que poco después se acercó a besar, sonriendo entre el beso.

Jin se bajó del regazo de Nam, comenzando a ponerse su camisa. Nam imitó su acción, al terminar ambos, comenzaron a caminar a la puerta, sus manos entrelazadas, Jin dirigiendo el camino. Abrió la puerta lentamente volteando a ver los pasillos. Un hombre se les acercó, les pidió que lo siguieran hasta una habitación dónde Han estaba esperándolos.

—Buenos días, son las 11 de la mañana— dijo Han— les tendremos que vendar los ojos y dejarlos en el mismo lugar de donde los "secuestramos"— Han hizo una seña con sus dedos para marcar las comillas.

—SE-CUES-TRA-RON— recalcó Nam— si lo hicieron—.

—Bueno si, tal vez lo hicimos— dijo "El"— Ay bueno, si lo hicimos, y fue divertido, pero ya es hora de que se vayan—.

—Claro, hicieron lo que quisieron con nosotros y ahora nos dejan libres— dijo Jin— ya tienen lo que quieren, esperamos que nos dejen ser felices—.

—Si, si, lo que digas SeokJin— dijo "El"— este hombre los llevará a la camioneta donde se irán—.

—Antes de salir del edificio les vendan los ojos, no pueden ver en dónde estamos— dijo Han, el hombre asintió y comenzó a dirigir a ambos chicos.

Unos minutos después, estaban frente a dos puertas de metal. Un hombre empezó a vendarles los ojos, Namjoon nunca soltó la mano de Jin, si saldrían de ahí, saldrían juntos.

—No me sueltes, nunca— pidió Namjoon. Sintió el agarre de Jin apretarse más, escucho un sonido de asentimiento de parte el.

Dos hombres tomaron de los brazos sueltos de ambos chicos para ayudarlos a caminar debido a su vista tapada.

—Suban con cuidado— dijo un hombre. Los ayudo a apoyar los pies y a subir a la parte de atrás de la camioneta que los llevará.

—Lamentamos esto, pero es parte del protocolo— dijo uno de los hombres que los acompañaban.

Amor AntigüoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora