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Esa semana la mente de Jimin se había llenado de información. Mientras estudiaba para sus últimos exámenes, cada tanto perdía la concentración pensando en Jungkook, se preguntaba en qué momento pasaron de ser conocidos de vista a tener una amistad tan íntima, cuándo fue qué dejó de verlo como un tonto que se aprovechaba de la desesperación de los demás estudiantes para sacarles dinero y lo empezó a ver con otros ojos más inocentes.

¿Fue esa noche en la que vieron la lluvia de estrellas juntos? ¿Esa noche en la que vio como todas las estrellas se reflejaron en su mirada como si los ojos de Jungkook fueran la galaxia a la que pertenecían?

¿O fue la vez en que quedaron encerrado dentro de un armario en la oficina del director? ¿O el día en que fueron al parque de diversiones?

No lo sabía con exactitud, solo era plenamente consciente de que no podía sacar a ese chico de su mente sin importar lo que estuviese haciendo. Mientras repasaba los libros de texto, siempre le mandaba señales telepáticas para que Jungkook se colara otra vez a su ventana como la otra noche y le pidiera entrar, pero nunca le llegaban.

Aunque maldijo mucho ese sentimiento que nació y crecía poco a poco en su interior y que no lo dejaba concentrarse en sus estudios, le gustaba el calor que abrazaba a su corazón cuando que recordaba cada experiencia junto a Jungkook.

Jimin garabateaba la esquina de su libro perdido en sus propios pensamientos dominados mayormente por Jungkook, y la otra pequeña parte, eran pensamientos sobre la siguiente clase

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Jimin garabateaba la esquina de su libro perdido en sus propios pensamientos dominados mayormente por Jungkook, y la otra pequeña parte, eran pensamientos sobre la siguiente clase. Dentro de unos minutos recibiría el examen por el cuál había recurrido a pedirle ayuda a Jungkook, y aunque confiaba plenamente en sus palabras cuando le dijo que ya había podido cambiar el examen como acordaron, aún se sentía demasiado nervioso.

—¿Es mi impresión o Jimin se volvió muy unido a Jeon Jungkook?

La repentina pregunta de Seokjin lo hace ahogarse con su propia saliva, bajándolo a tierra. Taehyung a su lado le da palmaditas en la espalda en lo que tose tratando de aliviarse, en cambio, Hoseok y Seokjin se ríen de su reacción.

—Tenemos mucha curiosidad de saber desde cuándo son tan amigos.

—Nosotros no... —La oración quedó a la mitad ya que la saliva atravesada no salió por completo de su conducto respiratorio y no lo dejó terminar. Estaba por decir que no eran amigos, y aunque es cierto que tan amigos no son porque hay cosas que los amigos no hacen, tampoco puede darle otro título. —Somos tan cercanos.

—Pues no parece, últimamente te vemos muy seguido junto a él. —Contraataca Hoseok con una sonrisa de oreja a oreja, que aunque bien parece brillante y honesta, Jimin sabe que oculta mucha picardía detrás.

—Bueno, solo nos cruzamos seguido y hablamos un poco.

—¿Sobre? —Interviene Seokjin.

—Gustos en común.

Sucio favor [Kookmin].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora