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Jungkook había descubierto la razón por la cual Jimin no había podido aprobar el examen. No fue justamente porque su padre decidió no cumplir con su trato, en realidad, había sido a causa de un descuido por parte de Jungkook, así que temía contarle a Jimin y que en esta ocasión de verdad le metiera la cabeza adentro de la taza del inodoro.

Intentó incluso decírselo por mensaje pero se acobardó, ¿Quizás esta vez estaba en juego su orgullo? O quizás lo traicionó su inconsciente, porque aunque nunca lo dijo, más que a nada deseaba que no aprobara ese examen.

Además de eso, ¿Por qué continuaba teniendo ese extraño sentimiento como si algo malo estuviera por avecinarse?

La sala de chat que abrió para las voces de su cabeza se cierra y se conecta nuevamente a la realidad cuando la campana del lugar anuncia la finalización de las clases. 

Jungkook es el primero en levantarse de su pupitre para correr a toda prisa fuera del salón hacia la entrada del instituto, allí lo esperaba Jimin, juntos irían a su casa, así que Jungkook estaba más que emocionado por conocer a su familia. 

Aunque estuvo en la habitación de Jimin la vez que casi fueron descubiertos por su madre, y cuando se colocó en su techo para ver la lluvia de estrellas, nunca conoció formalmente al señor y a la señora Park.

Jungkook reduce la velocidad cuando ve a Jimin de espaldas a metros de él. Sus delgadas hebras rubias se despeinan con la brisa de otoño, aunque intenta peinarlas, la brisa nuevamente las sopla. 

Hasta ese momento Jungkook nunca se había detenido a pensar en lo loco que es el destino, ¿En qué momento se decidió que lo mejor era cruzar sus caminos?

Antes de conocerse personalmente, Jungkook sabía de la existencia de Jimin debido a lo popular que se volvió luego de leer esa tonta encuesta en el diario escolar sobre cómo se ve el rostro perfecto, y la foto adjunta fue la cereza del postre para estallar su popularidad. 

Desde su punto de vista, Jimin era seguramente un chico altanero, se sabía que venía de una familia adinerada, no era más que un arrogante que disfrutaba de la atención. 

Pero esa perspectiva que tenía sobre él cambió desde su primer encuentro, y por eso mismo el pago que quiso recibir de su parte fue diferente al usual. Sentía mucha curiosidad por él, no solo porque le recordaba a alguien de su pasado, sino que tenerlo a su lado sonaba como una idea peligrosamente tentadora.

Después de todo Jimin resultó ser un chico entretenido, algo despistado y adorable. Se convirtió en alguien especial para Jungkook, quien se había cerrado a entablar amistades desde hacía unos años. 

A pesar de la culpa que siente, agradece que Jimin apareciera en su camino para arruinarle los planes. 

El aura que abraza a Jimin es totalmente angelical, por eso a Jungkook le cuesta sacarle la vista, le gustaría quedarse todo un día admirándolo desde su lugar, pero el día es corto y quiere aprovecharlo lo más que pueda a su lado. 

Viendo que Jimin está despistado observando como las hojas se desprenden de los arboles, Jungkook se acerca de puntillas para picarle las cosquillas sorpresivamente, provocando que Jimin suelte un grito del susto.

Al reconocer que fue Jungkook, Jimin suspiró aliviado de que no fuera un fantasma o algo por el estilo.

—No vuelvas a hacer eso, mi alma casi y que no regresa a mi cuerpo.

Jungkook se ríe ante lo dramático que es Jimin.

—Si eso sucediera, iría a buscarla para que regrese. Cuenta conmigo. 

El rubio le da un golpecito en el hombro por el comentario que le causó cierta vergüenza. 

—Mi madre fue a hacer las compras así que no está en casa, ¿Te quedarás para la cena?

Sucio favor [Kookmin].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora