Capítulo 1

77 11 5
                                    

Mi nombre es HyukJae y soy el capitán de una nave bautizada Cheshire. Hace siete años salí de Matrix y, ahora junto a mi tripulación, extraigo a otros que quieran ser libres del control mental.

Aunque, cada vez es más difícil.

Desde que salí de ese mundo de fantasías, no puedo dormir más de cuatro horas seguidas y, hastiado de mi camarote, salgo hacia el área principal de la nave en donde están los sillones de conexión a la realidad virtual. Realidad neuronal a la que nos conectamos a través de los «Headjack»; pequeño puerto de datos, ubicado en la base de nuestro cráneo.

La tripulación está durmiendo, incluido HeeChul, mi operador, así que me ubico frente a la consola, situada en medio de los sillones, donde visualizo el código verde que fluye en la Matrix, sin observar algún cambio relevante.

Tecleo y busco en el código algo o a alguien en particular, hallando y distinguiendo su programación con claridad, en medio de esos números verdes que caen como una cascada en la pantalla negra.

Lo observo y no puedo evitar sonreír ante las actitudes de aquel chico dentro de la Matrix; no ha cambiado, sigue siendo el mismo mimado y risueño.

Capi, ¿por qué espías a ese bot? —habla KyuHyun a mi espalda, que me hace saltar del susto en el puesto.

Vuelvo a teclear para regresar la consola a su estado inicial y desaparecer lo que estaba viendo.

— ¡Mierda! ¡¿Me quieres matar de un ataque?! —Le reclamo con una mano sobre mi pecho.

El contrario es un «sintiético»; una máquina aliada de los humanos, que tiene un formato más antropomórfico que de droide. Apariencia que adquiere gracias a ser modelado en base de un «código de partículas exomórficas» que flotan mediante «oscilación paramagnética», es decir, es un maniquí andante, formado por millones de pequeñas bolas metálicas unidas a través de fuerza magnética, que adopta una apariencia humanoide para interactuar con el mundo real.

Cuerpo físico parecido al que adquirió «Deus ex máquina», cuando Neo luchó por última vez contra el Agente Smith en la ciudad de las máquinas hace unos sesenta y cinco años.

—No, Capi. Solo tengo curiosidad —dijo, moviéndose hacia la consola, tecleando y encontrando lo que tanto quería ocultar—. ¿Por qué te escabulles incontables veces al mes para observarlo y sonríes mientras lo haces? No entiendo porque eres tan feliz, mirando a un bot.

Un bot es un programa informático que realiza tareas automatizadas específicas y, generalmente, repetitivas en la red en ese país de las maravillas.

Me rasco la nuca y paso las manos por mi rostro antes de cruzar la vista con la de KyuHyun, quien se había unido hace menos de tres meses a la nave, cuando lo extrajimos al ser capaz de ver el patrón de la Matrix en los objetos.

Gracias a los cambios que sufrió el mundo creado por las máquinas al ser reprogramada, después de que Neo ganara la batalla contra el Agente Smith y el Arquitecto prometiera dejar salir a los humanos que quisieran. Ahora, era una posibilidad la extracción no solo de seres humanos, sino de inteligencias artificiales (IA), que se hacían llamar sintiéticos.

KyuHyun es el único que no conocía mi historia y no estoy seguro de que me apetece contarla esta noche. Hablar de mi pasado en la Matrix, es abrir el infierno en mi interior, porque son memorias que me vuelven añicos.

—No es nada importante. —Le doy la espalda con la intención de regresar a mi camarote.

—Lo es, porque te brillan los ojos cada vez que lo espías. Lo amas. —sentencia y quedo congelado ante sus palabras, sintiendo como mi verdad divulgada en voz alta por otro, me abofetea—. No te estoy juzgando. Solo quiero entenderte. Eso hacen los amigos.

Matrix: Beautiful LiarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora