STAY (KOOKTAE)

capitulo 4

No se lo dice a sus amigos, porque está avergonzado y es un terrible mentiroso y sabe que ellos podrían darse cuenta en el momento en que les contó sobre su pequeña cita. No fue una cita. Su madre lo llama al día siguiente, agradeciéndole efusivamente por haber sido tan buen amigo y preguntándole si se llevaron como ella predijo.

A las madres no se les debería permitir tener razón casi tan a menudo como lo hacen.

"Si mamá. Es muy encantador", dice, y lo dice en serio a pesar del falso tono forzado que usa. Su madre parece estar más que satisfecha. Ella no pregunta si lo volverá a ver, pero Taehyung sí lo hará. Lo sabe con certeza al día siguiente, cuando sale a comprar algunos comestibles y Jungkook acaba de regresar de un paseo con su perro. Taehyung está enamorado de los perros.

"Oh, Dios mío, ¿quién es este bebé?" es lo primero que pregunta mientras se arrodilla y comienza a acariciar al gran y esponjoso samoyedo. Jungkook les sonríe, inclinándose hacia atrás con una mano alrededor de la correa.

"Este es Osamu. De hecho, solo lo estoy cuidando por un tiempo hasta que mi amigo regrese de su viaje".

Taehyung hace pucheros. "¿Cómo podrás despedirte de este sol?" él pide. Ha querido tener un perro durante mucho, mucho tiempo, pero vivir en un apartamento no es tan fácil. Tampoco tiene suficiente tiempo para pasear a uno, pero mientras continúa acariciando al perro de Jungkook y Osamu se inclina hacia su toque, piensa que una parte de su corazón comienza a sanar de formas desconocidas.

"Honestamente, no estoy seguro", suspira el más joven, y ahí es cuando Taehyung finalmente lo mira, sus ojos se encuentran en un choque que lo tiene luchando por recuperar el aliento. Su cabello está desordenado, probablemente debido al viento que se ha levantado afuera y sus mejillas y nariz están sonrojadas. Lleva ropa informal hoy, una gran sudadera con capucha suprema y pantalones de chándal; la suavidad de su aspecto podría ser incluso más letal que cualquier otra cosa.

Taehyung se obliga a sí mismo a mirar al perro.

"Me encantaría quedarme acariciándote, pero me temo que tengo que irme antes de que cierre el mercado", le susurra a Osamu, el perro respira con dificultad mientras lo mira con asombro.

"Le gustas. Tiene buen gusto", se ríe Jungkook y Taehyung sonríe antes de aclararse la garganta mientras se pone de pie, sin saber muy bien cómo responder a eso.

"Fue bueno verte."

"Tú también. Puedes venir cuando quieras a jugar con Osamu. Le encanta la atención".

"Lo tendré en cuenta", sonríe, y la forma en que la mirada de Jungkook parece suavizarse cuando vuelve a aterrizar en él hace que quiera quedarse para siempre de pie justo allí en medio del pasillo. Pero no puede. Y entonces baja las escaleras y suspira en el momento en que llega al vestíbulo.

Intenta mantenerse alejado después de eso, pero le prometió a Jungkook que lo llevaría al puente colgante y también la promesa de jugar con un enorme samoyedo no es algo que se pase fácilmente. Se dice a sí mismo que está siendo tonto: es más que capaz de compartir una habitación con él y solo seguir siendo amigos. Puede que sea un coqueto y una hermosa amenaza absoluta, pero Taehyung es un adulto y ha pasado la mayor parte de su vida solo. Es solo un enamoramiento tonto, después de todo. Apenas conoce a Jungkook tal como es.

Por supuesto, termina siendo una prueba de autocontrol cuando llama a la puerta de Jungkook dos días después con un nuevo lote de galletas con chispas de chocolate y un corazón acelerado. Se esforzó mucho por no vestirse demasiado bien para esto; después de todo, solo está visitando a un vecino, y ni siquiera está completamente seguro de que Jungkook esté en casa o esté disponible o lo que sea. Pero igual se ducho y se peino y se puso colonia, porque le gusta estar bien presentado, demandalo.