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Después de aquel trágico accidente en el que habían secuestrado a Katia en mis narices, fui a por aquel tipo pero no logré alcanzarle... Sin más remedio llegó un punto que me tuve que rendir, así que fui a por las cosas que habíamos dejado para irnos a cantar, al ver las flores me sentí culpable por no haber luchado más pero no podía ya que ya estaba cansado y encima me estaba costando un poco respirar. Lluna estaba exhausta pero aún así la perdí de vista, también la busque y nada... ¿La habrían secuestrado a ella también? La duda me comía por dentro aumentando lo mal que me sentía, llegue a casa y con solo entrar me caí de rodillas al suelo. Las chicas al verme de esa forma y con nadie más se acercaron rápidamente ayudándome a levantarme para ponerme sentado en el sofá, ni siquiera me había molestado en ponerme una camiseta.


- ¿Se puede saber que haces así vestido y sudando?


- ¿Dónde esta Katia y Lluna?


- Katia... Ella...


- Ella que Uzi --Elevo el tono Frida-- Dinos donde están.


- Deja que coja aire.


Me puse las manos en la cabeza apoyando mis codos en mis rodillas, me sentía agobiado pero estaba recuperando el aire.


- ¡Las han secuestrado! ¡Corrí y corrí tras quién se la llevo junto a Lluna y no pude atraparle! Estábamos tan tranquilos jugando...


- No puede ser...


Las chicas me miraron con una reacción de sorpresa ante lo anunciado, nadie se esperaba aquello y menos a Katia la cual no era buscada ni tenía enemigos. Mi pulso se aceleraba sintiendo una gran culpa invadirme, podría haberla protegido y no pude... Me estaba quedando cada vez sin poder respirar así que movía mis manos y mis labios tratando de pedir ayuda desesperado pero ellas solo se quedaban mirando, la angustia que sentía empeoraba la situación y parecía que me estaba dando algo que no podía evitar... Llegó el punto que no pude más así que me tuve que dejar caer en el sofá sin más cerrando mis ojos.


- ¡Despierta!


Abrí mis ojos con mi respiración acelerada observando a Frida la cual me estaba sacudiendo y mirándome con preocupación. Estaba algo confundido... ¿No acababa de venir del bosque? ¿No me estaba dando un ataque o algo? Cira acarició mi cabeza con expresión de tristeza.


- Parece que tienes pesadillas con lo de Katia y Lluna...


- Las extraño mucho Frida.


AtlantisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora