Capítulo 11 "Galaxia andrómeda"

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Al siguiente día al llegar me disculpé con Rick por nuestra cena, el como todo un caballero supo escucharme y entenderme, agregando "será en otra ocasión entonces", y sin dudarlo le aseguro que así será.
Los días pasan, las grabaciones continúan y tanto Danielle como yo terminamos el día en llamada telefónica o por mensajes de texto, aquello hacía que mi motivación por llegar a casa fuera más grande, incluso en varias ocasiones intercambiamos fotos de Jeff y Ford, Ford era el hijo perruno de Danielle, al fin alguien entendía mi amor por mi Jeff, todo va de maravilla, Danielle y yo luego de confesarnos el amor que sentíamos la una por la otra nuestra comunicación era menos forzada y más natural, pero en pocas ocasiones nos dábamos un piropo, claro que cuando esto pasaba mi corazón palpitaba a mil por hora y la sonrisa de tonta se hacía presente.

3 meses más tarde.
19:36

—llamada telefónica.

Y que tal tu día —pregunte mientras estaba en las sábanas de mi cama—
Bien, bueno ya sabes, juntas, papeles que firmar y ese tipo de cosas —suspira— estoy cansada de estar acá...

Lo imagino —digo tratando de dar un tipo de consuelo— ¿y aún no sabes cuándo regresas? 

Para mi desgracia no creo que sea pronto —escucho que dice mientras veo el techo de mi habitación— Te extraño... —mis ojos se abren y mi sonrisa se hace presente—

También te extraño —respondo—

¿Cuánto? —pregunta, logrando que ría levemente— 

Mmmm —lo pienso mientras escucho a mi rubia reír levemente— pues te extraño de acá a la galaxia andrómeda...

Bueno —ríe— ¿y eso donde está? —pregunta entre risas— 

Fuera de nuestro sistema solar... O eso creo??—respondo con una risota— no lo sé una vez lo escuché en una película... —la risa de Danielle al otro lado del móvil es gloriosa, no para— al menos se que te hago reír —Danielle trata de recobrar el aliento—

Stefania —ríe— no puedo creer que me dijeras algo que escuchaste en una película —ríe nuevamente—

Ni yo —río— pero bueno supongo que queda lejos, así que eso es lo que te extraño —río nuevamente— ¿Y tu cuánto me extrañas? —pregunto sonriendo—

Bueno, yo te extraño de la galaxia andrómeda a la tierra —ríe— si tú me extrañas la ida yo te extraño el regreso...

Ambas reímos, mi pancita está adolorida de tanta risa y mis mejillas ni se digan, siento que la cara se me paralizará de la risa. 

Stefania... —escucho que dice al otro lado del móvil con un tono ya serio— te deseo —lo suelta en un susurro—


Dani... —digo colocándome seria al igual que ella, con la piel chinita

Stefania tócate... —pide logrando que con aquel tono de voz mi respiración se entre corte— solo tócate e imagíname contigo... Imagina que tus manos son las mías...

Lo pienso, y lo pienso, aquello era sumamente extraño y nuevo para mí "sexo telefónico". 

Stefania ¿Estás? —preguntaba luego de no escuchar respuesta de mi parte— 

Si... —respondo con un hilo de voz— 

Por favor Stefania... Te necesito —claro que entendía lo que me necesitaba, yo la necesitaba igual a ella— ¿Quieres jugar? —dice entonces con la voz un poco ronca—

¡AHHHH esas palabritas!

Si... Si quiero —respondo como puedo—

Bien —escucho decir— ponme en manos libres... 

The short filmDonde viven las historias. Descúbrelo ahora